Cruz Roja atendió a más de 3.200 inmigrantes en Córdoba el año pasado
Más de 3.200 personas inmigrantes recibieron el apoyo de Cruz Roja en Córdoba a lo largo de 2020, un año en el que las consecuencias de la pandemia se cebaron con especial dureza con este grupo de población.
Y es que la crisis provocada por el Covid-19 ha multiplicado los factores de vulnerabilidad de las personas inmigrantes, debido a cuestiones como el aumento de denegaciones de las solicitudes de asilo, la situación de irregularidad sobrevenida en la que se han encontrado muchos ciudadanos que ya llevaban tiempo en España o los efectos que la pandemia ha tenido sobre sectores con una amplia proporción de mano de obra inmigrante, como la hostelería o el empleo doméstico.
Todas estas circunstancias han obligado a pedir ayuda por primera vez a personas asentadas de forma permanente en Córdoba y tener que recurrir de nuevo a Cruz Roja a otras que han vuelto a verse en una situación muy precaria como consecuencia de la crisis.
“El aumento de atenciones durante 2020 se ha debido principalmente al incremento de las denegaciones de solicitudes de protección internacional, y a personas que habían conseguido salir de su situación de vulnerabilidad pero con la crisis han perdido sus empleos y se han visto abocadas a pedir ayuda de nuevo a nuestra entidad”, explica Nayra Aparicio, responsable provincial del Programa de Atención a Inmigrantes de Cruz Roja.
Las dificultades para el empleo generan, por ende, problemas en torno a la situación administrativa de muchas de estas personas, como bien argumenta la portavoz de la organización humanitaria. “Para que una persona inmigrante pueda regularizarse, la ley establece que requiere de un precontrato laboral de un año de duración de jornada completa y, siendo realistas, en las circunstancias actuales es muy difícil que ninguna empresa asuma una contratación de dichas características. A esto se añade que la exigencia de una cotización mínima para poder renovar permisos será difícil de cumplir por parte de muchas personas ya regularizadas”.
Y, por supuesto, también ha causado estragos la pandemia en entornos ya de por sí muy vulnerables como los asentamientos de inmigrantes, tanto por las condiciones en las que viven y las dificultades que estas traen aparejadas para mantener las distancias de seguridad y las medidas de higiene como por reducirse drásticamente sus ingresos al tener que respetar el confinamiento.
Por ello, desde la institución humanitaria se llevó a cabo en los primeros meses del Estado de Alarma una intervención específica para la cobertura de necesidades básicas en los asentamientos de la capital, en el marco del Plan ‘Cruz Roja Responde’.
Además de mediante ese operativo especial puesto en marcha por la entidad como respuesta a la pandemia, las atenciones de Cruz Roja a este grupo de población se han canalizado a través de proyectos como ‘Acogida e integración de personas inmigrantes’, ‘Atención a personas vulnerables en asentamientos’ –ambos financiados por la Consejería de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, con los fondos procedentes de la asignación tributaria del 0,7% del IRPF- y ‘Atención humanitaria a inmigrantes’ –financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones-.
Con todas estas acciones impulsadas desde su Programa de Atención a Inmigrantes, la entidad persigue hacer frente a las causas generadoras de vulnerabilidad en este grupo de población, al tiempo que se le proporciona toda la ayuda necesaria para llevar una vida digna y lograr su plena integración en la sociedad de acogida.
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