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La brecha de género que trajo la pandemia a la cola del paro

Oficina de empleo en Córdoba.

Carmen Reina

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Que la irrupción de la pandemia de la Covid19 ha supuesto una sangría en el mercado laboral en Córdoba se puso en evidencia desde el primer momento durante el confinamiento. Que esa sangría ha acabado ahondando la brecha de género en la cola del paro entre mujeres y hombres, se ha comprobado ahora, un año después, también. Del total de personas que se han sumado a la cola del paro en la provincia de Córdoba en el último año, el 61% son mujeres.

Mientras, por un lado, la pandemia ponía en valor al sector de los cuidados ocupado en su mayoría por mujeres, la precariedad y temporalidad que afecta también mayoritariamente a ellas ha acabado socavando la igualdad en el acceso al empleo y dejando a más mujeres que hombres en el paro en el resto de sectores que ha dejado a su personal sin trabajo, o dando pasos de nuevo atrás en la conciliación necesaria para el cuidado de los hijos en tiempos de pandemia.

Los números del Ministerio de Trabajo son claros. En la provincia de Córdoba, desde febrero de 2020 -antes de la pandemia y el estado de alarma-, hasta febrero de 2021, se han sumado 11.482 personas a la cola del paro. De ellas, 7.003 son mujeres, frente a 4.479 hombres. Seis de cada diez cordobeses que se han quedado en paro en el último año, marcado por la pandemia, han sido mujeres.

Aumenta la diferencia entre mujeres y hombres parados

Tomando las cifras de la estadística de principio y fin de estos últimos doce meses, la brecha de género también se ve claramente. En febrero de 2020 había 13.015 mujeres más en paro que hombres en la provincia de Córdoba: 42.399 paradas por 29.384 parados. Un año después, en febrero de 2021, esa brecha de género ha aumentado y aún hay más mujeres sin empleo que hombres: 15.539 más, la diferencia entre las 49.402 paradas frente a los 33.863 parados.

Los registros del Ministerio de Trabajo dejan ver que la brecha de género entre mujeres y hombres parados se acorta entre los jóvenes, pero es claramente amplia entre el resto de edades en el mercado laboral. Así, entre las personas paradas menores de 25 años en Córdoba, ellas representan el 53% -4.594 chicas paradas-, y ellos el 47% -4.058 chicos parados-.

Pero si se toman de referencia el resto de edades adultas para trabajar, la brecha vuelve a agrandarse. Las mujeres paradas con más de 25 años representan el 60% de todas las personas en la cola del paro en la provincia cordobesa: 44.808 frente a los 29.805 (40%) hombres de esas edades.

Y ambas franjas de edad han sufrido un aumento de la brecha de género con respecto a antes de la pandemia. Entre los jóvenes, en febrero de 2020 prácticamente había igualdad en la cola del paro -50,1% ellas frente a 49,9% ellos-, y la diferencia era menor que un año después en el resto de grupos de edad: 59% de mujeres paradas frente 41% de hombres.

La brecha laboral de género penaliza más a las mujeres con hijos menores

Por otra parte, el impacto socioeconómico derivado de la crisis del Covid ha expuesto las desigualdades de género existentes en el mercado laboral de España, afectando de manera especial a las mujeres con hijos menores de 15 años de edad, según un informe de EsadeEcPol. El estudio constata que las mujeres con hijos menores de 15 años tienen 7,5 más probabilidades de trabajar con contratos a tiempo parcial que los hombres con hijos en el mismo rango de edad; el doble de probabilidades de estar desempleadas, y un 20% más de probabilidades de tener un contrato temporal.

El informe, que lleva por título 'Trabajo e hijos en España: Retos y oportunidades para la igualdad entre hombres y mujeres', ha sido elaborado por Jenifer Ruiz-Valenzuela y Claudia Hupkau. A fin de reducir estas brechas de género, las autoras del documento de EsadeEcPol destacan la necesidad de impulsar una serie de políticas e incentivos fiscales que faciliten a las madres un pleno mantenimiento de sus trayectorias profesionales y reduzcan la penalización de la maternidad, así como la importancia de los permisos de paternidad para aumentar la implicación de los hombres en las actividades domésticas no remuneradas y en el cuidado de los hijos.

Pese a la convergencia general que se ha producido en las tasas de participación de mujeres y hombres en el mercado laboral español durante los últimos 15 años, el estudio constata que las mujeres siguen estando en inferioridad en varios indicadores. Así, la tasa de paro sigue siendo 2,5 puntos más alta para las mujeres y el descenso del desempleo desde 201) es más lento en las mujeres que en los hombres. Además, el porcentaje de mujeres con contratos a tiempo parcial ha más que triplicado el de los hombres (el 23% frente al 7%) en la última década, mientras que la brecha entre mujeres y hombres con contratos temporales se ha ido ampliando desde 2015, con un 27% frente a un 25% en 2019.

El informe constata además que sólo el 3% de las mujeres en España desempeñan empleos al más alto nivel de ocupación, aproximadamente la mitad que el porcentaje de hombres en este rango. Esta situación se agrava en el caso de las mujeres con hijos. Aunque entre 2019 y 2020 tanto la tasa de empleo como las horas semanales trabajadas cayeron en una proporción similar para los hombres y las mujeres que no tenían hijos, en el último trimestre de 2020, la tasa de empleo de los hombres con hijos recuperó los niveles de 2019, mientras que, en el caso de las mujeres con hijos, cayó 2,3 puntos.

Asimismo, entre abril y junio de 2020, el 16% de los hombres con hijos estaban en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), mientras que en el caso de las mujeres con hijos este porcentaje subía hasta casi el 20%.

Permisos de paternidad “más generosos”

Por otro lado, el estudio muestra que, durante la pandemia, las mujeres tenían más probabilidades de asumir la responsabilidad principal en la mayor parte de las tareas domésticas y de cuidado de los hijos, aun en el caso de que trabajaran ambos progenitores durante la cuarentena. En este sentido, EsadeEcPol estima un incremento de la brecha de género en las horas diarias de cuidado de los hijos en más de una hora durante la pandemia.

“Es poco probable que las distintas preferencias de hombres y mujeres puedan explicar, por sí solas, estas diferencias en la adscripción al mercado laboral: más de un tercio de las mujeres con hijos menores de 5 años, y más de la mitad de las mujeres con hijos de 5 a 15 años que trabajan a tiempo parcial, desearían trabajar más horas”, apunta el informe.

EsadeEcPol propone que se impulsen políticas que faciliten a las madres ser mujeres trabajadoras y reduzcan la penalización de la maternidad. En este punto, defiende que los incentivos en forma de créditos fiscales para las mujeres trabajadoras, así como los servicios de guardería financiados en parte o totalmente gratuitos para los hijos más pequeños, tienen un efecto positivo en la participación de las mujeres en el mercado laboral y en el número de horas trabajadas.

Asimismo, destaca la importancia de contar con permisos de paternidad “más generosos”, no transferibles, como los que se han empezado a implementar recientemente en España. Según el estudio, éstos incrementan la participación de las mujeres en el mercado laboral, su empleo y sus ingresos, y, simultáneamente, aumentan la implicación de los hombres en el cuidado de los hijos.

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