Arranca la campaña de la aceituna de mesa con la producción prevista más baja del siglo
Esta semana ha comenzado a generalizarse, muy poco a poco, la primera gran campaña del olivar en la Península Ibérica: la del verdeo, en la que se cosecha la aceituna de mesa. Las perspectivas, tras la intensa sequía que arrastra su principal zona de producción, el Valle del Guadalquivir, son muy malas. Tanto que si no llueven los productores temen encontrarse ante una de las campañas más bajas del siglo XXI.
Ahora mismo, el sector es incapaz de calcular una producción prevista concreta, por dos motivos: el primero es que si llueve de manera abundante en las próximas semanas la salud de la aceituna mejorará. El segundo es que los altos precios que está alcanzando el aceite de oliva están llevando a que muchos históricos productores de aceituna de mesa no verdeen, sino que dejen madurar el fruto y entregarlo en las almazaras, algo que les dará mucha más rentabilidad.
Durante los primeros días de septiembre, en el Valle del Guadalquivir se ha generalizado el verdeo de la variedad manzanilla, según detalla el presidente de la patronal agraria Asaja en Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa. “De momento, en zonas de regadío”. Los precios de la aceituna de mesa “no son malos”, asegura, pero concreta que “están muy vinculados por el tirón del precio del aceite de oliva”. El kilo de aceituna de mesa también está en precios récord y ronda los cuatro euros el kilo. Eso sí, el del aceite de oliva virgen extra se va ya a los 8,5 euros el kilo.
La producción, por tanto, puede ser escasa si muchos verdeadores de la variedad hojiblanca optan por dejar madurar la aceituna en el olivo y entregarla posteriormente en el molino para producir aceite. Si no llueve de manera abundante en las próximas semanas, el verdeo será muy escaso y la aceituna de mesa tendría, como pronostica la patronal Asaja a nivel nacional, una de las producciones más bajas de siglo. “Hay escasez. El árbol está flojo de aceituna”, señala Fernández de Mesa.
La mayor parte de la producción de verdeo se concentra en la provincia de Sevilla, en el Valle del Guadalquivir y en la Campiña. Pero también en la de Córdoba. Se estima que la caída de la producción puede ser del 50%, en unos niveles muy similares a los que se espera para el aceite de oliva. Pero los agricultores están, de momento, a ciegas. Muchos siguen dudando a estas alturas qué hacer, si recoger la aceituna verde o esperar a que se ponga negra y dedicarla a aceite de oliva.
El calor y la sequía han adelantado el inicio del verdeo. La aceituna, una vez en el olivo, tiene un tiempo de maduración que puede ser de unas dos semanas. Ese es el tiempo que tiene el agricultor para decidir qué hacer. Si esperar a la lluvia prevista el fin de semana o directamente dedicarla a aceite de oliva.
La aceituna de mesa se recoge principalmente de cinco variedades. La manzanilla y la gordal son dedicadas casi exclusivamente al verdeo. La hojiblanca es una variedad muy conocida en el aceite de oliva. Mientras que la cacereña y la carrasqueña se pueden usar para ambos cometidos. Estas dos últimas variedades suponen de un cinco a un diez por ciento de toda la aceituna de mesa que se recoge.
El verdeo apenas supone un 5% de toda la producción del olivar en la provincia de Córdoba. Una producción normal oscila en las 65.000 toneladas. Para este año, los agricultores no se atreven a dar una cifra aunque se baraja rondar las 30.000 toneladas.
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