Aluvión de reservas para comer en la Feria de Córdoba

Este viernes a las doce de la noche comienza la Feria de Córdoba con el tradicional alumbrado, que dará la bienvenida a todos los que quieran pasarse por allí. En las horas previas, el Arenal está repleto de camiones, furgonetas y trabajadores ultimando los detalles.

Y aunque muchos están ahora inmersos en los preparativos de última hora, hay quien lleva pensando en estos días de disfrute desde hace semanas. Los más precavidos ya cuentan con una reserva para comer en su caseta de confianza. No han sido pocos. “He tenido que decir que no a una reserva de dos personas”, reconoce Manuel Soler en la caseta Casa de Sevilla.

“Está garantizado que este sábado va a ser un éxito si la lluvia no lo impide”, pronostica Ana Jiménez de la caseta La Lola. Ambos coinciden en la gran afluencia de este día. “Este año la gente está más animada”, y señala que quizás se deba a que este es el primer año sin presión por contagiarse de Covid y sin restricciones sanitarias. “Ahora mismo es imposible darle mesa a más gente”, apunta Jiménez. 

Los teléfonos de estos trabajadores no han parado de sonar desde hace un mes. “Solo tenemos libre el segundo viernes y el sábado”, explica el encargado de la caseta El Esparraguero. Esta es de las casetas más antiguas, con 40 años de historia, y se preparan para servir a 300 personas cada día. Además, cuentan con un patio al que han nombrado como ‘El rincón del Viejo’ en conmemoración de los integrantes más mayores de la hermandad. 

“El sábado va a ser el día más fuerte de toda la feria, sin duda”, comenta Natalia de la caseta de la asociación cultural Amigos del Relevo, que añade que el martes y el jueves cuentan con muchas reservas también. “El domingo es un día más familiar”, apunta. Por ello, han contratado animadores para que los más pequeños también puedan disfrutar de la feria.

Este ambiente en la última semana del Mayo Festivo cordobés también se verá marcado por la inflación, que repercute en el gasto final de esta fiesta. “Hemos intentado respetar algunos precios, pero otros los hemos subido porque no tenemos más remedio”, se lamentan en la caseta La Lola. Esta frase es la que más se repite entre los proveedores.

Desde la Asociación de Casetas Populares de la Feria de Córdoba, coinciden en este aumento de reservas, aunque se lamentan del “coste tan elevado que tiene montar una caseta”, lo que implica un menor número de estas. Esta edición cuenta con el menor número de ellas desde que se trasladó al Arenal, 86 en total. “Tenemos que apostar por otro tipo de modelo con instalaciones permanentes”, explica el presidente de la asociación, Alfonso Rosero, a Cordópolis.