Los altos precios del aceite de oliva no espantan a los consumidores
Según el Índice de Precios al Consumo (IPC) del pasado mes de noviembre, un litro de aceite de oliva se vendió ese mes un 45% más caro que justo un año antes. A pesar de la tremenda subida de precios en un producto considerado de primera necesidad en la cocina mediterránea, los consumidores se mantienen fieles y las ventas no han menguado.
De hecho, la campaña de comercialización de aceite de oliva consolida el ritmo del año pasado. Los datos hechos públicos por la agencia AICA, organismo perteneciente al Ministerio de Agricultura, señalan que se han vendido otras 80.000 toneladas (incluyendo importaciones) en el mes de noviembre, lo que demuestra la fortaleza del aceite de oliva y la fidelización de los consumidores a pesar de la coyuntura actual de precios. “Un buen dato si tenemos en cuenta que nos encaminamos a la segunda mala campaña consecutiva, porque el campo nos demuestra que hay una drástica reducción de cosecha, lo que hará que haya menos aceite para vender”, aseguran desde la Unión de Pequeños Agricultores (UPA).
El secretario general de UPA Andalucía y responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA, Cristóbal Cano, valora así los datos. “El segundo mes de la campaña 2023/2024 nos deja nuevamente unas buenas cifras de venta. Tanto es así que calificamos noviembre como muy positivo, porque comprobamos cómo el consumidor se mantiene fiel a la grasa vegetal más saludable que existe, el aceite de oliva, que consolida las salidas medias del año pasado. A pesar de ello, tenemos que lamentar que, por desgracia, los olivareros nos encontramos en una situación compleja y difícil, porque no tenemos cosecha significativa que vender al afrontar la segunda mala producción consecutiva, por lo que el nivel de precios no nos permite alcanzar la rentabilidad en nuestras explotaciones”, afirma.
No obstante, Cristóbal Cano quiere sacar conclusiones positivas: “Constatamos la fortaleza del aceite de oliva en los mercados. Y esa vía tenemos que seguir potenciándola y explorar nuevos canales y mercados europeos y de terceros países de cara a futuras campañas de producción”, confirma.
Los datos de la AICA correspondientes a noviembre señalan que se han producido, en dos meses, 258.888 toneladas de aceite de oliva (220.929 sólo en noviembre). En total, las existencias se sitúan en 372.761 toneladas, de las cuales 229.564 se encuentran en manos de las cooperativas y almazaras; 141.094 están en poder de los envasadores; y 2.103 están en el Patrimonio Comunal Olivarero.
Los precios en origen siguen estando muy altos, lo que vaticina que los consumidores también pagarán mucho más en los supermercados. Ahora mismo, los agricultores que llevan sus aceitunas a las almazaras están cobrando una media de 8,1 euros por kilo de aceite de oliva producido. De nuevo, se alcanzan precios históricos, similares a los del pasado verano y con previsión de que aumenten, de nuevo, en las próximas semanas.
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