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¿Cuándo vamos a poder regresar a nuestras casas?

Antonio Gutiérrez

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El Ayuntamiento no aventura fecha de retorno para los residentes de los bloques 13 y 14 del edificio Los Jardines de Trassierra  | Los Bomberos emplearon más de 30.000 litros de agua en la extinción, que se prolongó más de 14 horas | Se alcanzaron temperaturas superiores a los 500 grados

La pregunta más repetida ayer por los vecinos del edificio Los Jardines de Trassierra, que tuvo que ser desalojado en la noche de martes por el incendio de bazar chino, era ¿Cuándo vamos a poder regresar a nuestras casas? Después del fuego y el tremendo susto que les obligó a salir a toda prisa de sus viviendas, gran parte de los residentes pudieron volver a lo largo del día de ayer a sus viviendas, donde el panorama era desalentador , aunque una treintena, los residentes de los bloques 13 y 14, lo tienen mucho más difícil; en especial los de este último.

En estos bloques es donde se han detectado los mayores problemas. El comercio que ardió almacenaba gran parte del material inflamable (pinturas, plásticos y productos de limpieza) en los bajos de estos dos edificios, que han sufrido, más que ningún otro, los efectos de las llamas y del intenso humo que provocó el incendio. Ayer ya se aventuraba que su vuelta iba para largo, ya que el poder calorífico habría provocado daños estructurales en los dos bloques, aparte de dejarlos sin luz ni agua. Entre los afectados, el portero del Córdoba CF, Mikel Saizar, que como el resto de residentes de estos bloques no ha podido regresar a su vivienda ni a recoger sus enseres.

¿Cuál es la situación? Ciertamente es complicada. Los técnicos municipales y los Bomberos mantuvieron ayer una reunión con los responsables de la Gerencia de Urbanismo, encargada de gestionar el retorno, y la respuesta es que, por el momento, no se puede aventurar una posible fecha de retorno de estas familias a sus viviendas. Hay que evaluar los daños estructurales y ver si hay algún peligro para los residentes. Por el momento, el Ayuntamiento lo único que puede pedir es paciencia a los afectados, a la espera de un diagnóstico definitivo por parte de los técnicos. La sensación entre los residentes en estos bloques es negativa y algunos apuntan a que las viviendas y las zonas comunes están inhabitables por los daños causados por el humo.

Para los que sí han vuelto a sus casas, las recomendaciones están muy claras: nada de encender o utilizar el gas y mucho cuidado con la cochera y la zona de los trasteros, que también resultaron afectados y, al tratarse zonas con escasa ventilación, una chispa puede volver a generar un problema, dado el poder calorífico que se alcanzó en la noche del martes. Junto a esto, en la comunicación que se ha remitido a los vecinos, se indica que recopilen y fotografíen los daños en sus viviendas y bienes para comenzar los trámites con los seguros, tanto del inmueble, como del local afectado; otro de los puntos en los que se centrará la atención de los técnicos de la Gerencia que deben comprobar si tiene todos los papeles en regla, dada la gravedad del suceso.

Una extinción “muy complicada”

Y es que tras más de 14 horas de trabajos, los bomberos pudieron acabar con las llamas y el humo provocados por la combustión de miles de artículos y material que se almacenaba en el local siniestrado, de casi 2.000 metros cuadrados de superficie. Las fuentes consultadas por este medio aluden a que el del martes, ha sido el incendio más grave y difícil que han tenido que afrontar los efectivos del Parque de Bomberos de la capital cordobesa, que empezaron las labores pasadas las 22.12 horas.

Para hacerse una idea de la magnitud del siniestro, las cifras hablan por sí solas. Siempre según las fuentes consultadas por este medio, en las labores de extinción se tuvieron que gastar más de 30.000 litros de agua; los dos camiones cisternas no fueron suficiente y se tuvo que tirar de acometidas de agua. En total participaron 12 efectivos de Bomberos: ocho del SEIS y cuatro de El Granadal, que desplazaron un vehículo de apoyo para evitar que el parque de Bomberos de la capital quedase sin efectivos. A ellos hay que unirles cuatro conductores y una decena de dotaciones de Policía Local y Nacional que se encargaron de cortar el tráfico y atender y tranquilizar a los vecinos.

Otro dato que habla de la gravedad del suceso son las temperaturas que se llegaron a alcanzar en el interior del local siniestrado. Las fuentes consultadas señalaron que durante horas se superaron los 500 grados centígrados, un infierno alimentado por los miles de artículos y materiales inflamables que se acumulaban en el local. Junto a esto, fueron necesarios más de 25 equipos de respiración para que los efectivos pudieran trabajar en medio del intenso humo, así como cuatro mangueras con el diámetro habitual (25 centímetros) y otras dos mucho más amplio, 45 centímetros, ante la imparable combustión de los materiales y el ascenso del humo por todos los respiraderos del edificio.

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