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Recogen cuatro toneladas de peces muertos en el Guadalquivir

Dos operarios de Tragsa retirando peces muertos.

Alfonso Alba

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Cuatro toneladas de peces muertos. Ese es el balance de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) al mediodía de este lunes. Y esa es la cantidad de peces que han perdido la vida tras el grave vertido de orujo al río Guadalquivir provocada por la empresa oleícola El Tejar en Pedro Abad la pasada semana.

La Confederación ha encargado a la empresa pública Tragsa la recogida de los cadáveres de los peces, que aún hoy siguen flotando en algunos puntos de las aguas del Guadalquivir. Los trabajos se extienden desde el término municipal de Pedro Abad, donde se produjo el vertido, hasta el de Córdoba.

Según adelantó este periódico, el vertido se produjo el pasado 20 de junio. Seis días después, siguen muriendo peces, en un vertido que se calcula en 1,2 millones de litros de orujo. La fuga alcanzó el Guadalquivir en Pedro Abad y llegó a afectar a todos los Sotos de la Albolafia, uno de los parajes más protegidos de todo el Guadalquivir.

El orujo es uno de los subproductos resultantes de la manipulación agroindustrial de la aceituna y es altamente contaminante. De hecho, la Confederación asegura que se trata del peor episodio de contaminación en el Guadalquivir en los últimos 20 años. Tanto la Junta como el Gobierno han abierto expediente sancionador a la cooperativa supuestamente responsable de este grave vertido.

REACCIONES

El delegado de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía en Córdoba, Francisco de Paula Algar, ha asegurado que, más allá de que el vertido de orujo al río Guadalquivir que se produjo hace una semana fuese accidental, lo evidente en estos casos es que “el que contamina, paga”.

Así lo ha destacado Algar, en declaraciones a Europa Press, recordando que Medio Ambiente ha abierto un expediente sancionador, aún no concluido, a la secadora de orujo responsable del vertido detectado el pasado lunes a la altura de El Carpio (Córdoba) y que ya ha provocado la muerte por asfixia de multitud de peces entre dicha localidad y la capital cordobesa.

Ello conlleva, según ha señalado Algar, “analizar la causas” del vertido, su “capacidad contaminante” y “los daños al medio ambiente” que ha provocado, en base a lo cual se determinará el resultado del referido expediente sancionador, “en coordinación” con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), que es la que “tiene las competencias de la cuenca” y que le ha abierto a la orujera su propio expediente sancionador.

A juicio del delegado de Medio Ambiente de la Junta, dicha coordinación con la CHG es fundamental, no solo en el plano competencial, sino también “para que no haya solapamientos” entre los procedimientos iniciados por ambas administraciones.

Entre tanto, se procede a analizar el agua del río Guadalquivir en las zonas afectadas por el vertido y también los peces muertos por efecto directo del mismo, entre otras variables, pero siempre con bajo la premisa, según ha subrayado Algar, de que, una vez establecidos los caños causados, “el que contamina, paga”.

Por su parte, la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio (PSOE), ha exigido este lunes una sanción “contundente y ejemplarizante” sobre “un delito medioambiental que afecta no solo al presente” con el vertido de orujo en el río Guadalquivir, sino que “los daños colaterales de esta situación se van a poder vivir en los próximos tiempos”, todo ello después de que hayan muerto por asfixia centenares de peces a lo largo del curso del río entre el punto de vertido en la localidad cordobesa de El Carpio y la capital desde principios de la semana pasada.

En una rueda de prensa, la primera edil ha explicado que están en contacto con la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía para “conocer las novedades sobre este asunto”, que es “lo suficientemente grave” con “los riesgos que supone como para exigir no solo transparencia y conocer de primera mano cuáles han sido los detalles por los que se ha llegado a esta situación, sino también contundencia en una sanción”.

En este sentido, Ambrosio ha subrayado que “se debe conocer y exigir conocer los detalles hasta el final”, a lo que ha añadido que “no puede quedar indemne un delito de estas características”, de manera que “aunque el vertido haya sido accidental no evita la gravedad”, ha apostillado.

De este modo, espera tener el informe a lo largo de este lunes, “tanto de la Consejería de Medio Ambiente, como de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para conocer los motivos y las circunstancias que han acompañado a este vertido”, y a partir de ahí el expediente de sanción lo elaboran en colaboración ambas administraciones, ha apuntado la alcaldesa.

Desde la Junta ya se explicó que, una vez se tuvo conocimiento del vertido de orujo al Guadalquivir, técnicos de Medio Ambiente se personaron en el lugar para establecer el origen y las causas del vertido, determinando que procedía de una empresa de la comarca, debido a que en la misma se había producido una “fuga accidental por rotura”.

Los daños provocados por el vertido para la flora y la fauna, que se evalúan por Medio Ambiente y la CHG, determinará que los referidos expedientes puedan concluir con la imposición de una sanción para la empresa en cuestión.

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