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La Rambla y Montalbán, dos vecinos confinados y unidos ante el coronavirus

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Juan Velasco

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Entre Montalbán y La Rambla median cinco kilómetros. 5.000 metros escasos por una carretera que tiene una curva pronunciada justo a la entrada del primer pueblo y que, en un verano normal, suele tener un tráfico constante de un municipio a otro, que se incrementa mucho más en los primeros días agosto.

En esos días de agosto se celebran consecutivamente las fiestas patronales de Montalbán (del 5 al 8) y La Rambla (del 9 al 12), una semana en la que el hermanamiento entre ambos pueblos se intensifica y el contacto se vuelve constante. Tanto es así, que no es nada raro ver a los rambleños o montalbeños más jóvenes caminar a pie los cinco kilómetros que separan las dos localidades para disfrutar las ferias vecinas.

Este año, no hay rastro de esa imagen. Estos días, por ese mismo camino transitan más periodistas que vecinos. El atractivo mediático típicamente veraniego que ha suscitado Montalbán, con 108 contagios de Covid-19 detectados por las autoridades sanitarias en apenas diez días, ha hecho que, si alguien de fuera se da un paseo por la localidad, sea inmediatamente reconocido como curioso y el recibimiento no sea precisamente cálido, contraviniendo la máxima que impera en un pueblo cuyos habitantes son conocidos precisamente por su hospitalidad.

Tiene su justificación. Es evidente que en la localidad no ha gustado el tratamiento mediático de algunas imágenes que se han difundido en televisión y webs. A saber: una veintena de jóvenes se emborracha -sin mascarilla- y juegan a torerarse los unos a los otros, mientras alguien emite la secuencia en redes sociales. Nada que no se haya visto este verano en otros puntos de España.

Aquello ocurrió hace ya quince días y el bar donde se registraron las imágenes permanece hoy cerrado, como la mayoría de comercios del pueblo. Un joven de la localidad, que prefiere no dar su nombre, reconoce que, a pesar de que las fiestas patronales estaban prohibidas, en Montalbán la gente se echó a la calle, a los bares y a las cocheras.

Una feria sin recinto ferial, pero viva en bares y cocheras

Porque, tal y como señala este joven, quien no conoce Montalbán, no tiene por qué saber que la feria de agosto en la localidad se vive sobre todo en las casas. Lo habitual es establecer una especie de base de operaciones en una cochera, en una nave o en una casa y moverse a partir de allí por el pueblo. Las puertas se abren muchas veces al vecino y al visitante. Todo el mundo es partícipe de ese espíritu.

“Es como beber confinados”, aclara este joven. En las no-fiestas de Montalbán, prohibidas por su Ayuntamiento, se había prescindido del recinto ferial, de los conciertos y de las casetas. Pero, con los bares abiertos y las cocheras dispuestas para ello, en el pueblo reinó la alegría. El problema, visto en perspectiva, es que el Covid-19 ya campaba a sus anchas por la provincia y por la comarca.

De hecho, entre muchos jóvenes de la localidad -y se puede apreciar en los grupos de Whatsapp-, se apunta directamente a la fiesta celebrada a finales de julio en la discoteca Babilonia en Córdoba capital (un brote que lleva ya 133 contagios) como origen de los casos surgidos con posterioridad en La Rambla y Montalbán.

Decía una película que los rumores, ciertos o falsos, son muy reveladores. Es curioso que en Montalbán haya unanimidad al denunciar el amarillismo periodístico respecto a lo que ocurre allí y, al mismo tiempo, los montalbeños apunten a un origen fuera del pueblo que sea precisamente el primer gran brote registrado en Córdoba que acaparó cientos de titulares.

Un verano sin fiestas y sin concurso internacional de cerámica en La Rambla

En lo que todo el mundo coincide también es en situar el origen del contagio comunitario entre el 1 y el 5 de agosto en ambas localidades. De hecho, este último día, el 5 de agosto, el alcalde de La Rambla, Jorge Jiménez, comunicó el primer caso de coronavirus en la localidad. “Se trata de un vecino joven que se encuentra en aislamiento domiciliario y bajo control médico”, señaló el primer edil, que anunció la cancelación de los eventos previstos en el pueblo, entre ellos el Concurso Internacional de Alfarería y Cerámica, uno de los más prestigiosos del país, y que arrancaba el 7 de agosto.

Jiménez atiende a este periódico desde el Ayuntamiento. En el lugar en el que está ubicado, la plaza de la Constitución, apenas hay trasiego a pesar de que están abiertos el Hogar del Pensionista y una cafetería en la que se ve algún parroquiano. El alcalde explica que los últimos días están siendo muy duros en la localidad, para la que los primeros días de agosto son los días grandes, en los que el pueblo ofrece su mejor cara: acoge a expatriados que vienen de visita y al resto de cordobeses que se dejan caer por esta localidad de unos 7.500 habitantes y que, solo con la exposición de Cerámica, suele congregar unas 10.000 visitas.

“Si tú te pasearas un día cualquiera de agosto por la noche por el pueblo, estarían todas las terrazas llenas de gente. Anoche no había nadie, cuatro personas. Con esto lo que quiero decir es que la gente se está portando bien y está cumpliendo”, indica el regidor sobre una localidad que acumula, desde el 5 de agosto, 76 contagios.

Jiménez, no obstante, no se atreve a precisar donde estuvo el primer caso. “Donde sea he leído que lo que hay en La Rambla y Montalbán es un contagio comunitario o no se qué término. Mira, yo no sé si el Covid ha ido de La Rambla a Montalbán o de Montalbán a La Rambla, y es indiferente”, aclara el regidor, que, en vez de perder el tiempo con este tipo de debate, recuerda que, para evitar problemas, una vez conocidos los primeros casos, optó por cancelar todo y cerrar todos los parques del pueblo en los que los jóvenes hacían botellón, así como vigilar especialmente las casas en las afueras de la localidad donde, rumores del pueblo, también hubo fiestas privadas y algo multitudinarias los días previos al primer contagio.

Dos pueblos confinados motu propiomotu propio

En Montalbán tardó algo más en aparecer el primer caso. El 12 de agosto el ayuntamiento notificó en redes que se habían detectado contagios en la localidad. Esos seis días que pasaron entre el primer caso detectado en La Rambla y el primero en Montalbán fueron clave en la transmisión del virus entre los jóvenes de la segunda localidad. Como explica un vecino mientras da un paseo, “hasta que las cosas pasan, no nos enteramos”. “A los chavales jóvenes no se les puede culpar de nada. Si dijeron que se podía salir a la calle, pues se ha salido. Y da igual el bar y los vídeos. Mira ahora, está todo cerrado y los datos siguen creciendo”, señala.

El alcalde de la localidad, Miguel Ruz, no ha podido atender a este periódico tras solicitar una entrevista el jueves a través del Ayuntamiento. No se le ha podido preguntar sobre el proclamado “autoconfinamiento” que se ha leído en los titulares de prensa y que, más allá de su grandilocuencia como planteamiento -el comunicado del que parte la noticia del autoconfinamiento no mencionaba nada similar-, sí que se aprecia la caída total de la actividad comercial y hostelera en un simple paseo por la localidad.

Salvo los supermercados de cadenas comerciales, el resto de negocios permanecen cerrados. La mayoría, motu propio. Afortunadamente, lo ocurrido en la localidad se ha registrado una vez terminada la campaña de recogida del ajo, que va de mayo a julio, y que habitualmente permite que, una vez terminadas las ferias, muchos vecinos se marchen del pueblo de vacaciones a localidades costeras.

Otro tanto igual ocurre en La Rambla, indica su alcalde. “Nosotros no hemos mandado a nadie que se confine, pero la gente igual lo ha hecho. Y está siendo duro. Afortunadamente para algunos vecinos, las semanas que siguen a las fiestas suelen ser las que se cogen de vacaciones y, al menos eso espero, confío en que eso haya hecho más liviano todo”, remata el regidor.

La entrevista con Jiménez concluye poco antes de que la Junta vuelque los últimos datos epidemiológicos en el sistema. No son buenos ni para La Rambla ni para Montalbán. El alcalde ya lo intuía, puesto que lleva días señalando en redes que la web de la Junta lleva días de retraso en el volcado de contagios.

En cualquier caso, aclara que estas últimas jornadas han sido el pico de la ola y que, a partir de los próximos días, va a bajar el número de casos tanto en La Rambla como en Montalbán, protagonistas inesperados del verano por culpa de un virus que se autoinvitó a unas fiestas que oficialmente nunca se convocaron.

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