Radiografía a la situación de los gitanos en España
Gitanófilo es el último libro del abogado Marcos Santiago en el que recopila tres lustros de trabajo sobre el estado de la etnia
Marcos Santiago es un abogado que lleva años trabajando en los tribunales. Pero también saca tiempo para dedicárselos a sus artículos de opinión y a la publicación de novelas y ensayos. El último de ellos es Gitanófilo (Líneas difusas, 2017), un ensayo en el que recopila tres lustros de trabajos, lecturas y escritos sobre la cultura y la etnia gitana.
Un título que es también un ajuste de cuentas con la mayor de las catástrofes a las que se ha enfrentado su pueblo: el exterminio a los que fueron sometidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. “Si los que apoyaban a los alemanes se declaraban a sí mismos como germanófilos, yo me declaro gitanófilo”, explica el autor.
El libro, que se ha presentado este jueves en el Colegio de Abogados de Córdoba, es un trabajo de crítica, explicación, protesta y propuesta con el mundo gitano de protagonista. “Mi principal crítica se basa en que los gitanos siguen teniendo enormes problemas a pesar de que llevamos siglos aquí, desde incluso antes de que se conformase España como país; somos parte de la sociedad”, señala.
Ahí es donde Marcos Santiago aporta un sentido explicativo y pedagógico con aquellos que siguen identificando a la etnia con la marginalidad y la delincuencia. “Muchos no entienden por qué el mundo gitano sigue estando bajo el signo de la exclusión social con comportamientos antisociales. A ellos les digo que todo no se puede resolver con 40 años de democracia más de cinco siglos de exclusión”
Gitanófilo es también la constatación de cuánto queda por hacer en una sociedad que no ha logrado la igualdad de oportunidades para todos. “El aspecto físicio y la tez de la piel siguen siendo un handicap para encontrar trabajo en pleno siglo XXI y eso no puede ser”, lamenta Santiago. El autor se pregunta, siguiendo este hilo, si existe realmente igualdad en España. “No, no puede haberla si no hay ni un solo parlamentario en el Congreso que sea gitano”, sentencia.
Para luchar contra esta deriva, el abogado y escritor propone implementar “medidas eficaces de discriminación positiva” además de lanzar un mensaje a los gitanos: “No hay que victimizarse ni estar pidiendo siempre ayuda, tenemos que alcanzar nuestras reivindicaciones a través de la formación y el trabajo duro”, termina.
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