Y la próxima estación de penitencia, en la Mezquita...
El Cabildo sigue aspirando a que todas las hermandades puedan hacer procesión dentro de la Catedral
La Mezquita-Catedral de Córdoba es el templo católico más importante de la ciudad. Sede de la cátedra del obispo, solo algunas hermandades hacen estación de penitencia entre su bosque de columnas y arcos omeyas. Pero el Cabildo aspira a que la todas las cofradías que lo deseen, pasen por allí con sus imágenes. Para ello, hay que modificar los accesos al interior desde el Patio de los Naranjos y mover al menos una de las cuatro celosías que el arquitecto Rafael de La-Hoz puso en cuatro de los arcos sin cegar de toda la fachada norte. La celosía ya se encontraba allí cuando el templo fue declarado Patrimonio Mundial por la Unesco. El plan del Cabildo es todavía más ambicioso, pues contempla la reapertura de la gran arcada de acceso desde el Patio de los Naranjos, que fue cegada hace tres siglos.
Los dos arquitectos conservadores de la Mezquita enviaron hace dos años un informe a la Comisión de Bienes Inmuebles, de la Junta, planteando estos objetivos. La respuesta de la administración autonómica fue negativa. Hace unas semanas, los eclesiásticos retiraron su petición, pero el presidente del Cabildo, Manuel Pérez Moya, anunció esta semana en Radio Córdoba Cadena Ser que los arquitectos municipales volverán a reunirse con la Junta para volver a discutir el problema “y encontrar la mejor solución técnica”.
El informe de la Comisión que rechazaron los primeros planes de la Junta señalaba que “para la necesaria intervención en dicha fachada es necesario un estudio en profundidad de todo el frente del monumento (técnicas constructivas, elementos formales, restos de policromía, estudio de materiales…) y un exhaustivo estudio histórico y artístico, a partir de la documentación que al respecto pueda haber y que permita analizar con rigurosidad los valores artísticos de este frente norte, incluyendo las capillas y sus bienes muebles”. Dichos estudios previos, dictó la Comisión, venían motivados por la complejidad del objeto a intervenir y su relevancia como parte de la Mezquita.
No obstante, la Comisión consideraba “legítima” la intención del Cabildo de ampliar el número de estaciones de penitencia, pero destacaba que este nuevo uso, como cualquier otro distinto a los que ya se desarrolla en el monumento, “debería ser minuciosamente estudiado y considerarse siempre tras el análisis de sus repercusiones sobre la Mezquita-Catedral de Córdoba”. Por ello, el informe consideraba necesario elaborar “un estudio funcional y de impacto de los usos de la Mezquita-Catedral de Córdoba, tal y como ya han elaborado otros edificios de la misma categoría e interés”.
En dicho estudio se debería incluir la posibilidad solicitada por la Iglesia del paso de “procesiones claustrales dentro del edificio, analizando la capacidad de maniobrabilidad de los pasos, sus medidas, impactos de ese nuevo uso… Todo ello con el fin de resolver con las mayores garantías posibles, y teniendo siempre como premisa la integridad y conservación de la Mezquita-Catedral de Córdoba”.
Por último, la Comisión Andaluza de Bienes Inmuebles señalaba que, en caso de persistir la intención del Cabildo de iniciar dichas obras que busca, “sería conveniente que el Centro del Patrimonio Mundial tuviese noticia de la misma”.
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