Localizados restos de represaliados en una fosa común del cementerio de Puente Genil
Continúan los trabajos arqueológicos en una fosa común en el cementerio de Puente Genil, donde el pasado verano se encontraron los primeros indicios de violencia en los restos óseos de varias personas asesinadas en la posguerra, en 1940.
El alcalde de Puente Genil, Esteban Morales, ha visitado en la mañana del jueves el Cementerio Municipal de la localidad con motivo de los trabajos que se están llevando a cabo dentro del proyecto de localización de víctimas de la Guerra Civil y la represión en un acto donde ha estado acompañado del diputado provincial de Memoria Democrática, Ramón Hernández, y el presidente de Aremehisa (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera), Rafael Espino.
La visita ha servido para escenificar la subvención de 10.000 euros otorgada por la Diputación de Córdoba para el proyecto de búsqueda, localización, excavación y exhumación de víctimas de la posguerra en el Cementerio Municipal, proyecto que viene impulsado por el Ayuntamiento junto a Aremehisa (Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera) con la colaboración de la Diputación de Córdoba, vinculado a una petición de familiares que conocían que los restos de sus antepasados podían estar en una fosa común en el cementerio y que conllevó la localización de restos de personas que fueron fusiladas en el año 1940.
El alcalde ha mostrado su agradecimiento a la institución provincial “ya que, gracias a estas ayudas, los ayuntamientos trabajamos conjuntamente con la Diputación en estos proyectos cuyos resultados están siendo muy positivos” añadiendo que “creo que tenemos un deber moral con los familiares de las víctimas en recuperar esos cuerpos e identificarlos para que, posteriormente, las familias tengan un lugar donde darles una digna sepultura y puedan mostrar su cariño y respeto”.
Desde Aremehisa, su presidente explicó que ha culminado los primeros trabajos que han permitido la localización de una fosa común de más de 25 metros de largo y 2 de ancho. Una vez hecho el sondeo, se encontraron los primeros indicios de violencia en los restos óseos de varias personas, todos ellas inhumadas en cajas, siendo personas asesinadas en la posguerra, en 1940. En dicha fosa, según apostilló, “ya se han exhumado tres cuerpos, pero se podrán localizar otras nueve o diez personas más habiendo tenido contacto con familiares de cinco de ellas”.
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