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El edil de Pozoblanco, Gerardo Arévalo, rompe su silencio: “Supe que hacer lo correcto suponía el fin de mi carrera política”

Pleno en el Ayuntamiento de Pozoblanco

Alejandra Luque

14 de marzo de 2024 10:41 h

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El concejal Gerardo Arévalo rompe su silencio. Dos meses después de que se conociera públicamente que el hijo de la secretaria personal del alcalde del Ayuntamiento de Pozoblanco, Santiago Cabello, había estado cinco meses y nueve días cobrando sin trabajar, el edil que destapó el caso ha remitido un comunicado a Cordópolis aclarando algunas de las cuestiones reveladas el pasado lunes por el PP del municipio. Cabe recordar que este día Arévalo fue expulsado del grupo popular del Consistorio.

En el escrito, confirma la esencia del caso y que el alcalde “tenía conocimiento” de lo que estaba ocurriendo, “pese a que él negó conocer los hechos cuando saltaron a la luz pública”. Este medio de comunicación contactó con Cabello el pasado 10 de marzo para conocer su versión del caso, asegurando que lo desconocía. La comisión de investigación abierta en el Ayuntamiento corrobora lo que Cordópolis publicó en su día: que el hijo de la secretaria del alcalde había cobrado sin trabajar. Sobre ello, el edil afirma que Cabello “aún no ha aclarado por qué dio la orden para que se contratara al hijo de su secretaria, y después no firmó los contratos, y por qué no ha reclamado que este devuelva al Ayuntamiento el dinero cobrado del Ayuntamiento”.

En una rueda de prensa del propio alcalde, 20 días después de que se conociera el caso, aseguró el mismo obedecía “a una cadena de incidencias” y que él redactó tres escritos solicitando que se solventara la situación. Este periódico ya publicó que los documentos firmados por Cabello no fueron tendentes a eso, sino a que se aclarara el proceso de selección que pretendía cubrir una plaza de integrador social. Ahora, dos meses después, el concejal confirma que esos tres requerimientos no se formularon “para buscar una solución al hecho” de que el joven estaba cobrando sin trabajar. “Tampoco ordenó que se le diera a este una función y unas tareas que realizar. Cabello permitió el cobro durante todo este tiempo. De hecho firmó todas las nóminas y ordenó los pagos al hijo de su secretaria. En cambio, el alcalde sí autorizó que se dejara de abonar el salario de una empleada que empezó a trabajar al mismo tiempo que el hijo de su secretaria, y por el mismo programa de ayudas, en el momento en que ella dejó de asistir a su puesto de trabajo tras darse de baja”, afirma el comunicado.

Sobre esta cuestión, el PP de Pozoblanco aseguró este lunes que, nada más entrar al equipo de gobierno, Arévalo dio “el visto bueno” a la nómina de este trabajador. Sin embargo, el edil ratifica que el 27 de junio de 2023 empezó a trabajar como concejal y a los tres días, “como mero trámite, después de la firma del interventor y antes de la del propio Santiago Cabello, firmé todas las nóminas del Ayuntamiento, entre ellas, la del joven mencionado y demás documentos burocráticos” que se le presentaron para que todos los trabajadores pudieran cobrar. En tres días, y recién llegado, firmé todas las nóminas sin posibilidad de revisar en ese tiempo las más de 200 nóminas de todos los trabajadores del Ayuntamiento, ni de estudiar la documentación de cada una“.

Asimismo, Árevalo insta al alcalde a que le autorice a “revelar todos los mensajes, correos y conversaciones” que Cabello y él han mantenido sobre el asesoramiento que habría realizado al joven como abogado, cuando no ocupaba un cargo en el Ayuntamiento de Pozoblanco. El PP del municipio llegó a asegurar que Arévalo “conocía perfectamente esta situación antes de entrar en política, desde hace ahora un año, pues fue él mismo el que en el ejercicio de su profesión como abogado asesoró en sus escritos al trabajador afectado. Es decir, que tenía conocimiento de este asunto administrativo desde hacía meses y, una vez llegó a la Concejalía, lo ha utilizado con el único fin de fomentar el desprestigio”. Por contra, el edil confirma que “nunca” ha tenido relación directa con el empleado, ni encargo profesional suyo, ni retribución alguna por su parte“, y que ”jamás“ ejerció como abogado”.

El que fuera delegado de Personal continúa afirmando que “en multitud de ocasiones” le comentó al alcalde “que debía instar al empleado a devolver las cantidades”, quien le hacía “promesas que no cumplía y presentaba falsas excusas”. “Después, hasta en siete ocasiones dejé por escrito constancia de ello, los días 19 de octubre de 2023, 8 de noviembre de 2023, 14 de noviembre de 2023, 1 de diciembre de 2023, 4 de enero de 2024, 10 de enero de 2024 y 14 de enero de 2024”, asegura el también abogado y ha podido comprobar este medio. 

En el comunicado, el edil también se refiere a la comisión de investigación, de la que Cabello es presidente. “No es más que una muestra más que evidente de su cinismo.Todos sabemos a qué conclusiones se llegará. Si él mismo se investiga por lo que acaba de hacer unos meses antes, difícilmente se podrá llegar a un resultado correcto. Es la forma más grosera de eludir sus propias responsabilidades. Trata de cambiar la realidad sin escrúpulos en su propio beneficio, caiga quien caiga. Lo único que he hecho como concejal de Personal es intentar que no hubiera situaciones irregulares, pero el alcalde se ha negado y por ello me han señalado y cesado”. 

“Se me acusa de tener aspiraciones políticas. Nunca las he tenido. De hecho, presenté al alcalde mi intención de dimitir al mes y medio de tomar posesión del cargo, al ver cómo trabajaba. Cabello me pidió que no lo hiciera y acepté. Es evidente también que no tengo aspiraciones políticas, pues sabía que hacer lo correcto suponía el fin de mi carrera política y así se me hizo saber.  Siempre he sido leal al Partido Popular, con cuyos ideales me siento identificado. Es evidente que la actitud de Cabello no encaja en esos ideales. Fruto de mi lealtad ha sido mi silencio hasta este momento, cuando no me ha quedado otra opción que manifestarme a raíz de los ataques injustificados que estoy sufriendo por parte de Santiago Cabello y de su equipo”, continúa el comunicado.

Recuerda que entró en política a petición del regidor, “convencido de poder aportar al servicio público mi experiencia como abogado, solo interesado en ayudar a mejorar Pozoblanco”. Nunca me había dedicado a ello. Lo que he visto en esta experiencia me ha decepcionado, especialmente la actitud de Santiago Cabello y de algunos compañeros de mi partido, que parecen haber olvidado que por encima de la lealtad están la ley y la honradez“.

Asegura que ha sufrido “un aislamiento, un acoso y derribo y me han puesto impedimentos y  trabas para realizar mis tareas como concejal, ya que Santiago Cabello antepone el rencor personal y su interés al bien común, pero he aguantado con dignidad. Esta campaña malintencionada no me extraña, lo que me extraña es que haya tardado tanto. El propio Cabello había comenzado desde finales del año pasado una campaña de  desprestigio de forma verbal contra mí y, como es habitual en él, sin dar la cara; me alegro de que por fin se atreva a hacerlo por escrito, reflejándose a sí mismo y dándome –esta vez sí– la oportunidad de defensa. Desde que yo, como concejal de Personal, reclamé al hijo de su secretaria que devolviera las cantidades indebidamente cobradas, empecé a sufrir represalias por parte del alcalde: se mermó el equipo del área de Personal, se me ha impedido hacer mi trabajo con normalidad y no he sido invitado a  actos públicos, entre otras”.  

Arévalo finaliza asegurando que quien debe presentar su carta de dimisión es el alcalde por, entre otros motivos, “no haber ordenado la finalización de la relación laboral del Ayuntamiento que él preside  con el hijo de su secretaria, ni reclamar en momento alguno que devolviera lo cobrado  indebidamente. A día de hoy, un año y tres meses después del primer pago irregular, no tenemos noticia alguna de la devolución de las cantidades”.  Además, pide al “Grupo Popular de Pozoblanco que cese en su campaña de difamación  y desprestigio”, y anuncia acciones legales en defensa de sus derechos y para la salvaguarda de su honor.

Cese y expulsión

Previo a su expulsión del grupo municipal del PP, el 4 de marzo, el alcalde anunció “una reestructuración” de la concejalía que llevaba Arévalo; unos cambios que consistieron, básicamente, en el cese de su edil. Cabello defendió que este movimiento se fundamentaba “en la idea ya anunciada de abrir una nueva etapa de trabajo en este departamento, algo en lo que se viene trabajando en las últimas semanas y que traerá consigo una ampliación y reorganización del equipo humano”. Ese anuncio lo formuló en el rueda de prensa del 29 de enero.

No obstante, tres días antes de dar a conocer el cese -el 1 de marzo- el alcalde ya había firmado el decreto sobre el mismo. Además de revocarle de todas sus funciones, eliminó a Arévalo el cargo de segundo teniente de alcalde y el que ostentaba en la Junta de Gobierno Local. El regidor, asimismo, decidió asumir todas las delegaciones que ocupaba el abogado: Recursos Humanos, Interior, Contratación, Condiciones de trabajo, Negociación colectiva, y Seguridad y salud laboral.

La expulsión de Arévalo del grupo municipal del PP, convirtiéndose en concejal no adscrito, se efectúo este lunes.

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