Emproacsa habilitará 16 camiones cisterna para llevar agua potable cada día a 72.000 vecinos del norte
La Empresa Provincial de Aguas de Córdoba (Emproacsa) ya ha diseñado el plan para llevar agua potable a todos los vecinos de las comarcas de Los Pedroches y el Valle del Guadiato que no pueden beber desde este lunes el líquido que sale de sus grifos. La Junta de Andalucía prohibió este lunes el consumo humano de un agua con un nivel de carbono orgánico total superior al permitido por la normativa estatal. Este martes, el presidente de Emproacsa, Esteban Morales, ha informado del plan de la compañía para llevar el agua potable a un total de 72.000 vecinos (en ambas comarcas viven 80.000, pero hay dos concesionarias que se encargarán de garantizar este suministro).
Según ha desgranado Morales en una comparecencia ante la prensa después de reunirse con los alcaldes de todo el norte de la provincia, Emproacsa habilitará un total de 16 camiones cisterna para llevar agua potable cada día a cada municipio afectado por la prohibición. Mientras, la empresa provincial seguirá trabajando en la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Sierra Boyera para lograr que el agua pueda volver a ser consumida por los vecinos. Esteban Morales espera que los tratamientos que se están aplicando den resultados positivos antes de que “se nos eche encima el verano”.
Los 16 camiones llevarán a cabo 16 rutas en 27 municipios y 14 aldeas del norte de Córdoba. El coste total de este tipo de operación extraordinaria será de 18.000 euros al día, según ha detallado Morales. Los camiones harán rutas en diferentes horarios. El primero será de 10:00 a 13:30 de la mañana, el segundo de 14:00 a 16:00 y el tercero de 16:30 a 19:30. Los camiones cogerán el agua desde Montoro y Villafranca de Córdoba, además de en la zona de Villaharta y El Vacar (en este punto el suministro sale del embalse de Puente Nuevo), en las estaciones potabilizadoras que posee Emproacsa.
“Hay que agradecer el ofrecimiento que ha hecho el alcalde de Córdoba para que desde los depósitos municipales dpudiéramos coger ese agua potable. Pero habida cuenta de la distancia, el coste se incrementa, las rutas se dificultan”, ha asegurado Morales, en referencia al ofrecimiento realizado este martes por el alcalde de Córdoba, José María Bellido.
Emproacsa aspira a potabilizar el agua lo antes posible. Morales espera que se haga lo antes posible. El presidente de la empresa provincial de aguas ha señalado que los análisis han llegado a detectar más de 30 miligramos de carbono activo total por litro en las aguas y que ahora se ha descendido a nueve. El límite legal establecido por un Real Decreto de este mismo año es de siete miligramos. Así, los análisis tendrán que certificar que hay seis miligramos de carbono orgánico en el agua como mucho para que se pueda volver a autorizar el consumo humano.
“Mientras tanto asumimos nuestra obligación de de llevar el agua al norte de la provincia y de cumplir con la normativa que evidentemente se nos exige como operadores públicos de de agua. Y hasta hoy estas así están están las cosas”, detalló Esteban Morales.
Retrospectiva
“Si realizamos una retrospectiva de cómo ha ido evolucionando la situación, partiremos diciendo que hace unos 10 meses, a través de una reunión técnica de las tres instituciones implicadas (Diputación, Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y Junta de Andalucía) se estableció que ante la escasez de agua que ya presentaba el embalse de Sierra Boyera debía de ponerse en marcha un plan, que atendiendo a criterios técnicos, establecía que la solución más rápida era la de hacer un enlace o concluir la obra que unía La Colada y Sierra Boyera; solución provisional que se hizo efectiva en el mes de marzo”, ha señalado Morales.
El presidente de Emproacsa ha insistido en que “desde ese momento el agua es de manera exclusiva de La Colada; así desde el inicio como empresa responsable del agua en alta y del ciclo integral hemos dado una respuesta efectiva al problema que se nos planteaba”.
Morales ha hecho referencia, además, a que “ante los primeros indicios de que había un indicador, el carbono orgánico total (COT), que superaba los límites establecidos por el Decreto de Calidad del Agua, realizamos, junto con la administración autonómica, controles diarios de determinados requerimientos específicos, atentos a cualquier parámetro que fuese perjudicial para la salud”.
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