La Policía Nacional 'visita' Rey Heredia
Dos agentes del Cuerpo Nacional acuden a la Acampada Dignidad para elaborar un informe de lo que está pasando dentro a petición del juez Rodríguez Lainz
Una pareja de agentes del Cuerpo Nacional de Policía ha pasado esta tarde por el antiguo grupo escolar Rey Heredia, ocupado desde el pasado mes de octubre por el colectivo Acampada Dignidad. Los policías han acudido para realizar un informe de las actividades de los integrantes de la Acampada Dignidad a petición del titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba, José Luis Rodríguez Lainz, según han confirmado fuentes de Rey Heredia.
La visita se ha desarrollado en un tono muy amable y cordial, según las fuentes. Los agentes han estado dentro del colegio una media hora, en la que han fotografiado las dependencias y han preguntado a los responsables de la Acampada Dignidad por las actividades que realizan en su interior. Además, han pedido las identificaciones a los que en ese momento estaban dentro de Rey Heredia. A la media hora, y siempre de forma muy amable, los policías se han marchado.
Los agentes han cumplido así la orden del juez que mantiene imputados a ocho activistas por la ocupación del colegio. El juez instruye una causa en la que el Ayuntamiento de Córdoba está personado y solicita el desalojo de la Acampada Dignidad de un edificio que es de su propiedad pero que llevaba más de dos años vacío.
La denuncia que inició la instrucción judicial se produjo en la primera jornada de la ocupación, la tarde del viernes 5 de octubre. Ese día, tras una manifestación contra los recortes de las pensiones, un grupo de personas se concentró frente al colegio, cerrado desde 2011, y abrieron las puertas. A algunos de ellos la policía les ordenó que se identificasen.
Desde entonces, el centro público ha sido remozado, limpiado y puesto en marcha como centro social y nudo de lo que se ha bautizado como la Acampada Dignidad. Y todo, bajo una espada de Damocles municipal que no acaba de caer pero que amenaza, casi desde el primer día, con desalojar a los vecinos y voluntarios del histórico inmueble.
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