Más de ocho millones de personas mueren cada año en el mundo a causa del consumo de tabaco
Más de ocho millones de personas mueren cada año en el mundo a causa del consumo de tabaco, de las que más de siete millones son consumidores y alrededor de 1,2 millones son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno, según ha indicado el jefe del servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, Luis Manuel Entrenas.
Así lo ha indicado la institución hospitalaria en una nota en la que ha detallado que el doctor Entrenas ha destacado que este viernes, que se celebra el Día Mundial sin Tabaco, “debemos llamar la atención en los efectos perjudiciales que tiene cualquier forma de consumo de tabaco”.
En este sentido, ha señalado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dedica este año este día a las consecuencias negativas del tabaco para la salud pulmonar, que van desde desarrollar cáncer hasta enfermedades respiratorias crónicas, así como al papel fundamental que desempeñan los pulmones en la salud y el bienestar de todas las personas.
El especialista ha insistido en que el tabaco es la principal causa de cáncer de pulmón, y dejar de fumar puede reducir el riesgo de padecer este tipo de cáncer, pues después de 10 años tras dejar de fumar, el riesgo de cáncer de pulmón se reduce aproximadamente a la mitad del de un fumador.
Asimismo, el tabaco es la causa principal de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el riesgo es particularmente alto entre las personas que comienzan a fumar a una edad temprana. El tabaco también causa ataques de asma, así que el abandono temprano del hábito de fumar es el tratamiento más eficaz para retrasar la progresión de la EPOC y mejorar los síntomas del asma, ha destacado el doctor Entrenas.
En este sentido, ha señalado que “la exposición de una embarazada al humo de tabaco, incluso de manera pasiva, provoca con frecuencia una disminución del crecimiento y de la función pulmonar”. Además, los niños pequeños expuestos de manera pasiva al humo de tabaco “corren el riesgo de desencadenar asma, agravarla en forma de ataques, padecer neumonía, bronquitis e infecciones frecuentes de las vías respiratorias inferiores”.
Igualmente, los componentes químicos del humo pueden desencadenar una tuberculosis latente, “se calcula que alrededor de una cuarta parte de la población tiene una infección tuberculosa latente, que puede activarse en contacto con el humo del tabaco”, según el especialista.
En cuanto a la contaminación del aire, ha resaltado que el humo del tabaco es una forma “muy peligrosa de contaminación del aire de interiores, pues contiene más de 7.000 sustancias químicas, 69 de las cuales se sabe que pueden causar cáncer”.
Aunque el humo puede ser invisible e inodoro, puede permanecer en el aire hasta cinco horas, facilitando el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, enfermedades respiratorias crónicas y reducción de la función pulmonar.
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