El obispo dice que “la vida es imparable” ante “los gritos de muerte” de los abortistas
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha afirmado que “la vida es imparable, y la causa de la vida, igualmente”, de modo que, “por mucha campaña antivida” que haya, “en aras de la libertad y del derecho a elegir”, el “discurso sobre la vida volverá a tener futuro y ahogará los gritos de muerte que están de moda”, en referencia a los abortistas, siendo ésta “la esperanza cristiana”.
Así lo ha señalado Demetrio Fernández en su carta semanal, recogida por Europa Press y que ha dedicado a la XXIV Semana de la Familia, que comenzará el próximo lunes con una 'Vigilia de Oración por la Vida', que presidirá el propio obispo, quien ha explicado en su misiva que “Dios ha dotado al hombre (varón y mujer) de la capacidad de colaborar con él en la generación de nuevas vidas”, pues “la unión amorosa de los padres es el lugar sagrado donde brota la vida”.
Es decir, según ha subrayado el obispo, “la fecundación no es un simple amasijo de células, sino una carne con alma, y el alma la crea Dios para estrenar en cada ser humano que viene a la existencia”. Además, según ha argumentado, “un ser humano vivo es una persona humana, aunque todavía no se haya desarrollado plenamente, y más de 100.000 seres vivos, personas humanas, son eliminados en el seno materno antes de nacer en España cada año, y millones y millones en el mundo”.
Demetrio Fernández ha argumentado que, “a pesar de toda esa conspiración de muerte, la vida sigue brotando con fuerza y por eso vale la pena luchar en favor de la vida”, por lo que ha llamado a participar el próximo lunes, “en la Catedral y en todas las parroquias”, en la celebración de “la Jornada por la Vida, para agradecer a Dios el don de la vida, y para luchar con las armas de la fe, de la oración y de la mentalización en favor de la vida”.
El obispo ha avisado que “muchos colaboran con la muerte en este campo sin saberlo, incluso sin culpa propia” y, por eso, “tenemos que crear entre todos una 'cultura de la vida', que respeta la ecología humana y la promueve, porque el primer derecho de todo ser humano es el derecho a vivir, una vez que ha sido concebido”.
Junto a ello, según ha lamentado Demetrio Fernández, “vuelve una y otra vez la propuesta de eliminar la vida en su última fase, cuando la 'calidad' de vida ya no es estimable”, por lo que ha llamado a “luchar por la defensa de la vida en su última etapa”.
En este sentido, ha señalado que “la persona vale, no por lo que produce, ni estorba por el gasto que genera” y, además, “la vida es sagrada y cuanto más débil más merece ser protegida, mimada y atendida con amor inmenso”, de modo que “ahí queda patente la dignidad de la persona, que ha de ser amada y atendida hasta su último aliento natural, sin que nadie tenga derecho a cortar el hilo”.
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