Medio centenar de oncólogos estudian en Córdoba el cáncer de mama
“Hemos asistido a un cambio conceptual en la detección y también en el tratamiento del cáncer de mama en estadio avanzado”, asegura el oncólogo del Reina Sofía Juan de la Haba
Medio centenar de oncólogos médicos de toda Andalucía se reunieron ayer en Córdoba para poner al día los últimos avances en el tratamiento del cáncer de mama avanzado, que representa alrededor del 30% de los casos de este tipo de carcinoma y cuyo pronóstico ha mejorado considerablemente en los últimos años. El encuentro está organizado por la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (SAOM) y se trata de la primera de una serie de jornadas formativas que permiten analizar en profundidad aspectos puntuales sobre la patología tumoral.
El presidente de la SAOM y oncólogo del Hospital Universitario Reina Sofía, Juan de la Haba, indica que en los últimos años “hemos asistido a un cambio conceptual en la detección y también en el tratamiento del cáncer de mama en estadio avanzado”. Así, el encuentro, en el que han participado ponentes de alto nivel de los distintos hospitales andaluces, se centra en el estudio de las posibilidades terapéuticas que los oncólogos médicos ofrecen a las mujeres que sufren esta patología en función de las características del cáncer de padecen.
El perfil más frecuente de pacientes con esta enfermedad es el de mujeres de entre 30 a 80 años a quienes se les ha diagnosticado el tumor en estadio IV o que han recaído después de muchos años.
Nuevos tratamientos
El conocimiento de las alteraciones genéticas que se producen en las pacientes diagnosticadas de cáncer de mama ha motivado la clasificación de la enfermedad en subgrupos que “nos permiten concluir que no sólo hay una enfermedad, sino diferentes tipos de tumor mamario que requieren tratamientos también diferenciados y adaptados a cada persona”, prosigue el doctor. Hasta el momento se han identificado hasta once tipos distintos de carcinomas mamarios.
A los clásicos tratamientos sistémicos basados en la quimioterapia se han sumados nuevas alternativas que permiten importantes mejoras. Los conocidos como tratamientos hormonales (a los que son sensibles alrededor de la mitad de las mujeres con cáncer de mama avanzado) y los biológicos (específicamente contra la proteína Her2) son las principales.
Se trata de terapias que actúan de forma específica contra la causa de la enfermedad, “concretamente sobre alteraciones específicas de las células tumorales que está permitiendo el cambio de la historia natural de la enfermedad. Estos conocimientos genéticos nos permiten prescribir los tratamientos de forma personalizada”, puntualiza.
Juan de la Haba aclara que, en la actualidad, “las nuevas dianas antitumorales se dirigen contra estos receptores hormonales o contra la proteína Her2 (principales causantes de los tumores de mama metastásicos o avanzados) y nos permiten elegir la mejor opción para cada paciente, ya que es posible adelantarnos a la respuesta y en función de esto decantarnos por una de las opciones o la combinación de algunas de ellas”.
Pronóstico
El incremento de la supervivencia de las mujeres con cáncer de mama metastásico, según este experto, “ha superado todas la previsiones y ha dejado de tener mal pronóstico”. En este sentido, el oncólogo señala que “hoy en torno al 90% de las pacientes con cáncer de mama avanzado sobrevive a los 18 meses y la mitad llega a los 5 años; mientras que hace unos diez años el 80% fallecía a los 18 meses”.
Además, apunta que “por suerte, cada vez se diagnostica el cáncer de mama en estadios más precoces, pero como la esperanza de vida se ha disparado seguimos teniendo en tratamiento a muchas mujeres porque viven durante más años”.
El cáncer de mama es la neoplasia maligna más frecuente en la población femenina, y la causa más frecuente de muerte por cáncer en este sexo. Su diagnóstico temprano es fundamental no sólo para reducir la mortalidad sino también para poder actuar en sus fases iniciales y elevar la calidad de vida de las mujeres que lo padecen, por lo que las unidades de detección precoz repartidas por toda Andalucía juegan un papel fundamental en la disminución de la mortalidad por esta enfermedad junto a otras mejoras como la cirugía conservadora o la biopsia selectiva del ganglio centinela.
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