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Luz estival del Alcázar Viejo

Procesión de Nuestra Señora del Tránsito | ÁLEX GALLEGOS

Rafael Ávalos

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La temperatura es elevada. Es la propia de esta época del año. Pero poco importa en un día como este jueves. Como cada 15 de agosto, los cofrades tienen una ineludible cita. Se trata de la salida procesional de Nuestra Señora del Tránsito, que de nuevo recorriera las calles del Alcázar Viejo y del casco histórico con motivo de la festividad de la Asunción de María. Es de esta forma cómo, otro año en la misma fecha, la luz fuera más intensa en uno de los barrios con más sabor propio de Córdoba. Sucede al tiempo que caen hojas del calendario para un evento muy esperado: la exposición magna ‘Por tu Cruz redimiste al mundo’ y la gran procesión que la va a preceder. Para eso todavía resta casi un mes, en esta ocasión el protagonismo es, como siempre, de la conocida popularmente como Virgen de Acá.

Este jueves era un día marcado, al igual que cada año, para los devotos y cofrades de la ciudad -como de otras muchas-. El 15 de agosto tiene lugar se celebra la Asunción de María, el momento en que el cuerpo y el alma de la Madre son llevados al Cielo. La liturgia cobra forma en Córdoba con la procesión de una de las imágenes de Gloria más veneradas. Es Nuestra Señora del Tránsito, que cruzó una vez más el dintel de la parroquia de Nuestra Señora de la Paz (San Basilio) para aproximar su dulzura a los que la contemplaban. El camino por el Alcázar Viejo comenzó a las ocho de la tarde, con el sol todavía muy vivo.

De San Basilio partió el cortejo que precedió a la Virgen de Acá, que anduvo con los sones de la Banda de Música Tubamirum de Cañete de las Torres. Lo hizo sobre su paso para llegar a la Mezquita Catedral una vez dejada atrás la muralla que separa su barrio del corazón del casco histórico. La marcha por la ciudad prosiguió hasta primera hora de la noche, con el cielo tendente a una oscuridad que no fue tal gracias a la luz de Nuestra Señora del Tránsito. La hermandad de la que es titular incluyó esta vez, por cierto, un nuevo escenario en el itinerario de la procesión. Éste fue la estrecha calle Caño Quebrado, por la que anduvo la bella imagen en el regreso al Alcázar Viejo.

Como cada año, la salida procesional del 15 de agosto fue el broche a intensos días de culto en la parroquia de Nuestra Señora de la Paz. No en vano, el pasado lunes dio inicio el triduo en honor a Nuestra Señora del Tránsito. El mismo se prolongó hasta el miércoles, siempre con un besapiés posterior. Ya este jueves, el templo conocido por San Basilio -el nombre de la calle y la plaza en que se ubica- acogió, antes del camino por las calles de Córdoba, la Función Principal de la corporación de Gloria.

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