Localizado en el pantano de Iznájar el coche que cayó en Año Nuevo
La Guardia Civil está inmovilizando el vehículo antes de poder entrar y comprobar si en el interior está el cadáver del joven de 19 años al que se busca
A media tarde de hoy, la Guardia Civil ha localizado en el fondo del pantano de Iznájar la Renault Kangoo que se hundió el pasado día de Año Nuevo. En el coche viajaba un chico de 19 años al que se da por muerto. Su madre, de 46, y su novia, de 18, pudieron salir a nado del vehículo mientras este se hundía. En estos momentos, la Guardia Civil está asegurando con cables y distinto material el vehículo para poder bajar a inspeccionarlo. Fuentes del instituto armado precisaron que hasta que no se haya fijado convenientemente el coche los guardias no pueden bajar por temor a que una corriente de agua mueva el coche y caiga a más profundidad, arrastrando también a los especialista. Se calcula que el coche ha aparecido a una profundidad de entre 30 y 40 metros.
Hasta que no se inspeccione el interior del coche, los agentes no podrán comprobar si en el interior está el joven de 19 años. La búsqueda se suspendió sobre las 18.30 debido a la falta de visibilidad. A primera hora del jueves se retomarán las labores de búsqueda, ya centradas en la localización del cuerpo del joven.
Mientras la Guardia Civil busca en la profundidad del pantano de Iznájar al chico de 19 años que se ahogó dentro de una Renault Kangoo el pasado día de Año Nuevo, el instituto armado investiga qué pasó. De momento, lo único que se sabe es que el joven falleció porque no pudo salir del coche.
El chico viajaba en la furgoneta sentado en la parte de atrás. Delante conducía su madre, de 46 años, y su novia, de 18. Según fuentes de la investigación, la madre había ido a recogerlo a una fiesta de Nochevieja. El joven le había llamado porque había bebido. Sobre las 9.05 de la mañana, se produjo el accidente. El lugar, el kilómetro 47 de la A-333, es un mirador natural del pantano de Iznájar precedido de una curva no demasiado pronunciada. Al parecer, el coche se salió en la curva, rompió la valla del mirador y cayó al pantano. La mujer y la joven, aunque aturdidas por el golpe, pudieron abrir las puertas delanteras y salir a la superficie a nado. El joven, sin embargo, se sumergió en el interior de la Renault Kangoo.
De momento, se desconoce el motivo por el que se salió el coche de la carretera. La Guardia Civil maneja la investigación con delicadeza y aún no ha hablado de forma extensa con la madre, que conducía. La mujer aún está conmocionada por lo sucedido. Hasta que no se pueda rescatar el vehículo no se podrá comprobar si se trató de un fallo mecánico o de un error de conducción. Lo que sí tienen claro los agentes es que se trata de un accidente de tráfico sin más vehículos implicados que la Kangoo.
Durante toda la jornada de hoy, seis guardias civiles de la unidad subacuática buscan en una zona perimetrada del pantano de Iznájar el coche. Según fuentes de la Guardia Civil, los especialistas están repartidos en dos lanchas y están apoyados por un robot submarino con una cámara de vídeo con la que pueden revisar todo el fondo del pantano. El lugar en el que ha caído el coche es uno de los más profundos de todo el pantano de Iznájar. Además, la visibilidad en el fondo del embalse es muy complicada por la presencia de mucho fango además de ramas y troncos.
Por otra parte, Cruz Roja acaba de desplazar a Iznájar su Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) especializado en Apoyo Psicosocial, con objeto de atender a la familia del joven desaparecido en el pantano, que reside en la aldea de Fuente del Conde. Son cinco las personas que conforman el operativo de la institución humanitaria, cuyo objetivo prioritario es proporcionar una respuesta inmediata y organizada para aliviar el sufrimiento de los familiares de la víctima del siniestro ocurrido en el embalse iznajeño.
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