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Miguel Ruiz Madruga: “La política local es aplicar el sentido común”

Miguel Ruiz Madruga, alcalde de Encinarejo

Alfonso Alba

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Miguel Ruiz Madruga es un político singular. Encadena ya tres mayorías absolutas como alcalde de Encinarejo, una Entidad Local Autónoma (ELA) enclavada dentro del término municipal de Córdoba. Ruiz Madruga fue candidato por el Partido Andalucista a la Alcaldía de Córdoba y ahora milita en el PP. En el ecuador de su tercer mandato aún no ha anunciado oficialmente que aspire a un cuarto, aunque es algo que casi que se da por descontado.

Ruiz Madruga hace balance del estado del municipio, de cómo la evolucionado desde que es regidor y de lo que se viene por delante, aparte de cómo ha aguantado Encinarejo a la pandemia.

PREGUNTA. Encinarejo entonces va estupendamente.

RESPUESTA. Encinarejo bien, gracias. Ese fue nuestro eslogan hace algunos años. Las cosas iban bien. Con cierto orden, entonces, para llegar al punto en el que estamos. Encinarejo está bien. Muy bien. Yo diría que de salud bien, en todos los sentidos y económicamente también, por fin, totalmente saneado. Y ese era mi principal objetivo. Yo he sido muy utópico en el tema financiero. Con la edad, pues me ha hecho aterrizar en la realidad. Yo creo que que para poder abordar todas las políticas de una administración local lo primero que tiene que tener es economía para poderlo hacer. Lo demás, engañarnos al solitario. Resolver la situación económica de la ELA era fundamental. En 2010 estaba en situación de quiebra. Si hubiera sido una empresa, los administradores hubieran estado en la cárcel seguro.

P. Bueno, hubo un alcalde en la cárcel.

R. Alguno acabó, sí.

P. ¿Cómo habéis pasado la pandemia?

R. Con mucha presión. Estábamos muy encima de toda la evolución. Yo que soy sanitario lo he vivido con doble presión. Y luego ha sido una gestión compleja. Había que hacer más una gestión psicológica, de transmitirle al pueblo que estabas ahí, que no estaban solos, y que seguía habiendo un teléfono que descolgar para transmitir dudas, incertidumbres o problemas. Ha sido una situación compleja más que en lo logístico en lo psicológico y emocional.

Encinarejo en 2010 estaba en situación de quiebra

P. Miguel. ¿no ha sido una oportunidad para un municipio como Encinarejo la pandemia? El confinamiento ha agobiado a mucha gente en sus pequeños pisos y ahora buscan la amplitud de viviendas que puede ofrecer municipios como el vuestro.

R. Sí, sí, eso ha generado un cambio de concepto. Esto lo están diciendo las propias inmobiliarias, que ya se están buscando en las ciudades pisos que tengan terraza. Antes eso no se valoraba. Ahora tiene un valor. La gente quiere vivir en espacios más abiertos y con menos densidad de población y, por tanto, con menor riesgo. Sí hemos ganado en ese sentido, ya nosotros trabajando en un desarrollo urbanístico, que espero que se concluya en esta legislatura y que en la legislatura siguiente podamos ver las viviendas construidas. Vamos a integrar a 350 o 400 personas más en el pueblo. Y eso es fruto de que se nos valora, nuestra situación con como administración, las condiciones de vida que hemos generado en el pueblo y luego este concepto pandémico que ha hecho también que la gente vaya buscando extrarradio y determinados servicios que nosotros se los damos con esa libertad que te genera estar en un espacio rural.

P. Vosotros formáis parte de esa área metropolitana que se dice que Córdoba no tiene, porque pertenecéis a la capital.

R. Claro, nosotros somos algo especial porque a nosotros no nos crea el Ayuntamiento de Córdoba. Ese es uno de los problemas de la casa grande con nosotros. Desde hace tiempo ya no, pero nos han tratado como la asociación de amigos del caballo, cuando éramos una administración al mismo nivel que el Ayuntamiento, el alcalde prácticamente con las mismas competencias pero insertos dentro del municipio. Nosotros estamos dentro del término municipal de Córdoba. Tenemos un cordón umbilical con el el Ayuntamiento de Córdoba dentro de la independencia de ambas administraciones.

P. No sé si estáis siguiendo los procesos de segregación de municipios en el resto de municipios.

R. Nosotros no quisimos hacerlo. Tuvimos la oportunidad antes de que se aprobarla la ley que ya impide hacerlo, aunque ahora parece que va a haber una modificación a nivel estatal. Nosotros no quisimos. Hice un análisis pegado a la tierra. ¿Qué nos aportaba ser municipio frente a una ELA? No nos aportaba absolutamente nada. Hubiera alimentado mi ego como alcalde, pero poco más. Nos habría complicado nuestra existencia. Tenemos una particularidad con respecto a otras ELAS que tienen otro ayuntamiento matriz más pequeño y es la diferencia de magnitud. No es lo mismo Algallarín, que tiene 600 habitantes, frente a Adamuz, que tendrá 3.000 o 4.000, que nosotros que somos 1.800-1.900 frente a 325.000. Nosotros no somos un problema para el Ayuntamiento de Córdoba, ni financieramente ni de otro tipo. Por eso, era absurdo iniciar ese proceso. Esos procesos siempre parece que a los políticos les gusta, porque son batallas épicas. ¡Nos vamos a hacer municipio! Pero cuando te vas al terreno de lo concreto, yo soy muy pragmático con la edad que tengo, esto no... A mí me lo ofreció Juan Pablo Durán. Fui a la sede del PSOE y me dijo, ¿por qué no lo haces? Registra ya la solicitud. Le dije que no. Hice un estudio riguroso. Y ya no es posible.

Vamos a integrar a 350 o 400 personas más en el pueblo

P. Eres el coordinador de periferia del Ayuntamiento de Córdoba. ¿Qué demandas tiene la periferia ahora frente al Ayuntamiento?

R. Nosotros tenemos casi todo resuelto. Hemos trabajado en lo que no se ve. Hemos trabajado en la parte jurídica y en la economía. Había cosas que que resolver, que parecía mentira que después de 60 años de coexistencia estuvieran aún en el aire. Hemos resuelto, por ejemplo, el tema competencial. Venimos ejerciendo las mismas competencias que el Ayuntamiento excluyendo seguridad y tráfico, y servicios sociales, que tampoco lo ejerceríamos nosotros al ser un municipio menos de 5.000 habitantes. Ese servicio lo prestaría la Diputación Provincial. Lo que hemos hecho es reflejar en un documento, el primer convenio financiación, que lo firme con José Antonio Nieto, donde recogimos todas las competencias que se venían ejerciendo a través de la disposición transitoria segunda. Ahora ya está operando el nuevo convenio de financiación que firmamos el año pasado, que también nos ha mejorado un poco. Con el Ayuntamiento de Córdoba no tenemos grandes problemas. Bueno, hay un problema abierto que no voy a negar, aunque no hemos hecho causa de esto. Y no tanto por los políticos, sino por algún funcionario que no entiende todavía lo que nosotros no somos la Asociación de Amigos del Caballo. Esto se entenderá a través de una la solución judicial y del Consejo Consultivo de Andalucía. Existe un desarrollo urbanístico del año 2006 que generó suelo urbano, que se construyeron unas viviendas, por cierto, donde yo vivo, y ese suelo no se transfirió. El suelo demanial, donde están los viales, los parques, no se transfiró a la ELA de Encinarejo, sino que se lo quedó el Ayuntamiento. Yo no puedo ejercer mi competencia sobre una parte de mi pueblo. Tenemos ese conflicto abierto que se va a resolver ahora judicialmente antes del verano. Es lo único que tenemos ahora mismo. En lo demás las relaciones son perfectas. Yo estoy comprometido con el gobierno de la ciudad, coordino el órgano de la periferia y con José María Bellido hay una relación de amistad.

P. Aunque también cohabitaste en el mandato anterior con una alcaldesa del PSOE.

R. Sí, pero como yo digo siempre: a nosotros no nos pica. Nosotros venimos de donde venimos. Nuestra relación con la izquierda siempre ha sido excepcional. Cuando le dimos el reconocimiento al presidente de la Diputación hubo gente que se extrañó. Lo hicimos porque lo está haciendo bien. Nosotros nunca hemos tenido problemas, con Isabel en el Ayuntamiento y con la izquierda, bien. Al revés, nos hemos entendido. Con Diputación las relaciones son excelentes y además le agradezco al presidente lo que ha hecho realmente en pandemia. El Córdoba 10 fue un plan complicado en lo jurídico, no por lo económico. Tenía dinero para hacerlo, pero en lo jurídico se tiró a una piscina que yo decía que tenía poca agua, y al final lo sacó adelante. Nosotros no hemos tenido ningún problema. Ni lo volveremos a tener.

P. Al final la política local se basa en las relaciones personales y no tiene tanta ideología.

R. La política local es más de sentido común. La ideología impregna, pero tiene menos peso que a nivel regional o nacional. Que la gente vea que el político está frente a su administración y que lo da todo por ello. Y eso es lo que hace que muchos alcalde de cualquier signo político estén muchas legislaturas. El pueblo entiende que lo está haciendo bien, que tiene amor por su pueblo. ¿Para qué van a cambiar? Yo llevo tres mayorías absolutas. Esta última, que ya debería haber sufrido un cierto desgaste, por que me ven mucho, tuve una mayoría absoluta superior a la anterior. Eso es por que me tiene que votar gente de todo tipo de ideología. Por eso tienes toda la razón.

P. ¿Sería tu cuarto mando si te vuelves a presentar?

R. El cuarto. Ya soy un clásico en esto, sí.

P. Aunque tú llevas en política muchos años.

R. Mucho tiempo. Yo creo que desde que desde que mi madre me puso el chupe. Siempre he sido político y he militado en el andalucismo desde los 16 años, que ha sido mi casa. Me fui antes de que se disolviera el proyecto político.

P. El PP tiene ahora un discurso andalucista, algo que yo al menos no había visto nunca. El propio Juanma Moreno se ha definido como andalucista.

R. Eso ya lo intentó Arenas en su momento.

P. Pero no se atrevió a ir tan lejos.

R. No dio el paso. Le dio miedo. El andalucismo no tiene por qué tener ese sesgo ideológico. El andalucismo ha sido un proyecto de izquierdas. Pero es verdad que ahí coexistía gente que lo ves con la perspectiva de los años y de izquierda no tenía nada. Era un proyecto que probablemente si se hubiera desarrollado, se hubiera consolidado, se hubiera partido y hubiera habido andalucismo de izquierdas y derechas. Lo más importante del andalucismo no es la ideología, es simplemente entender que Andalucía estaba en una situación que no le correspondía. Y que para poder construir una una España fuerte hacía falta una Andalucía próspera. Y eso durante mucho tiempo no se nos permitió, desde el siglo XIX que se configuró la España de hoy. Se nos dio un papel que hemos mantenido durante mucho tiempo y también que romper. Yo sigo siendo andalucista. Entonces, yo abogaba por la supresión de las diputaciones provinciales, y apostaba por las comarcas, y ahora con el paso de los años veo que eso es un error de bulto. Hay cosas en las que me he equivocado. Ahora que soy alcalde te das cuenta de que da igual el origen de la administración. ¿Sirve o no sirve? Probablemente mucho. Si no estuvieran las diputaciones, muchos pueblos no podrían prestar los servicios que prestan. Por tanto, son fundamentales. Sigo siendo andalucista y creyendo que que todavía nos queda mucho por recorrer. Los indicadores están ahí. Tras tantos años de democracia, seguimos estando en el último puesto de los indicadores socioeconómicos. Es verdad que hemos mejorado. Evidentemente, claro que sí. Pero, ¿hemos mejorado lo suficiente? ¿Nos hemos ido acercando la media? Nos siguen quedando muchas cosas por hacer. Lo mismo se decía a nivel nacional de la Transición terminaría en cuanto hubiese una alternancia política, es lo que acaba de pasar en Andalucía con ese cambio de gobierno. Pero independientemente ya de que lo valoremos más positiva o negativamente la gestión, es muy importante que ocurriera esto. Igual de importante fue cuando en Galicia Fraga perdió el gobierno y entró el PSOE con el BNG. Se produce un punto ahí que a mí me parece muy interesante. El ciudadano va a tener la posibilidad de valorar a unos y a otros sin miedo ni clichés antiguos.

Sigo siendo andalucista

P. ¿Dentro del PP andaluz a los que fuisteis andalucistas os preguntan mucho?

R. Me he ido por las ramas con tu pregunta. A mí también me sorprendió, y positivamente, el discurso de Juanma Moreno. Creo que había una cierta resistencia en el Partido Popular a ponerte la etiqueta de andalucista. Eso es algo del que lo crea pero para transformar Andalucía. Me pareció algo muy positivo y creo que es algo real. Lo podía haber obviado. Me parece que es un buen camino. Como andalucista dentro del PP no me preguntan mucho, sinceramente. Pero me parece positivo.

P. Son muchos gestos, la medalla a Clavero Arévalo, las campañas, los colores blancos y verdes. No sé si el PP está intentando ocupar ese espacio que siempre tuvo el PSOE desde finales de los setenta. Y bueno, es algo que ocurre en España, como lo que hace Feijoo en Galicia o incluso Ayuso en Madrid.

R. Feijoo es galleguista, sí. Lo mismo que pasaba en Valencia. Y en Madrid ahora también. Pero no podemos perder nunca la visión de España He defendido la autonomía y el nuevo estatuto a muerte, cuando algunos decían que estábamos rompiendo España. Lo que nos hace fuertes es que tengamos un sistema autonómico que funcione, y que dé respuesta a nuestras singularidades. Andalucía tiene una forma de ver la vida diferente y eso no significa que no podamos amar a España. Las divisiones siempre restan. En este mundo tan global, no podemos pensar en micro, tenemos que ser fuertes como país.

P. Dos preguntas sobre dos infraestructuras que van a ser muy importantes para Encinarejo: el Aeropuerto, que está a la vuelta de la esquina, y el Centro de Convenciones y Exposiciones.

R. Sí, sí, desde luego. Y la base logística, que va a transformar Córdoba. Ayudará lo que se determinó en 1991, la logística. No solo Alcolea se va a aprovechar por cercanía sino la ciudad en su globalidad. El aeropuerto tendrá vida. Va a tener mucha carga como aeropuerto militar, el centro de convenciones y el efecto tractor de otras empresas, como Amazon y otras pendientes de instalarse. Los pueblos son libres cuando tienen posibilidades de vivir libremente cuando tienen trabajo. Córdoba tiene esa deuda con sus vecinos para que los que quieran se queden a vivir aquí y no se tengan que marchar fuera. Encinarejo, claro, se va a beneficiar. Es un pueblo residencial. Tiene la vida de pueblo y su esencia, y no lo queremos perder, pero tenemos un nivel de servicios muy alto. Encinarejo es un pueblo muy inteligente, que ha prosperado gracias a la inteligencia natural de sus ciudadanos. Ese amor a la tierra, ese esfuerzo y ese sacrificio, ha hecho tener unas capacidades de mirar el futuro de manera distinta. Hoy estamos recogiendo los frutos de lo que se ha hecho años atrás. Estamos en la legislatura más rentable en lo que lo llevo de alcalde. Se va a culminar la residencia, que era nuestro garbanzo negro, se van a hacer apartamentos dotacionales, el pabellón polideportivo se climatiza, el carril bici a Villarrubia va a ser una realidad a final de año... Y el concepto inteligente ayuda a los ciudadanos. No os podéis imaginar lo ilusionado que estoy con estos dos años. Estoy viendo el resultado del trabajo.

P. Vais a tener más servicios que cualquier otro barrio de Córdoba.

R. Eso mismo me dijo el otro día José Antonio Nieto: “Miguel, que vosotros tenéis más servicios que cualquier otro barrio de la capital”. Y yo le decía que también otros años nos habían estado sisando el dinero (risas).

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