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La joyería cordobesa tira de stock y paciencia ante la fiebre del oro que marca precios de récord

Una pieza de joyería cordobesa.

Juan Velasco

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La fiebre del oro tiene en vilo a la joyería cordobesa, la industria más importante de España, responsable del 60% de lo que se factura a nivel nacional, y que vuelve a vivir una escalada de precios como la que hubo en los momentos posteriores a la guerra de Ucrania. 

Puede que incluso más intensos. Ya que el precio del oro superó hace unos días los 2.400 dólares la onza, alcanzando un nuevo máximo histórico, que llega tras varias semanas consecutivas al alza. Que el oro suba es algo muy habitual en tiempo de inestabilidad política, recuerda Milagrosa Gómez, presidenta de la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros San Eloy, que apunta a que, si bien la situación no es desconocida, se está tomando con cautela en un sector que procesa más de la mitad del oro que llega a España para la joyería.

Una industria que, tal y como explica Gómez, también tiene una importante capacidad de resiliencia frente a estas subidas. A su juicio, la joyería cordobesa, se ha hecho un hueco en el mercado gracias a su estilo ligero y elegante, y eso es lo que permita que sus precios sigan siendo asequibles para los consumidores finales. 

Eso sí, a nivel de producción, el sector está expectante ante esta fiebre del oro: “Cuando hay estos cambios tan bruscos, pues todo el mundo intenta un poco aguantar y tirar de stock para no tener la necesidad de comprar hasta que no se queda estabilizado”, apunta la presidenta de la asociación.

La Feria de Estambul como baremo

En este sentido, recuerda que los joyeros cordobeses están precisamente estos días en la Feria de Estambul. Y lo que llega es que, debido a la volatilidad del precio del oro, los compradores pueden retrasar sus pedidos hasta que se alcance una estabilidad en el mercado. Esta incertidumbre afecta la fijación de precios tanto para los fabricantes como para los compradores, lo que puede ralentizar el proceso de producción y venta de joyería, aunque de momento no se esté notando. 

Gómez es optimista al respecto. “Con la guerra de Ucrania ya hubo una subida importante. A lo largo de los años, siempre ocurre cuando hay una inestabilidad política o social que sea de importancia a nivel global. Eso influye en la bolsa de Londres, que es por la que nos regimos aquí en Europa y, naturalmente, pues hace que se den estas fluctuaciones tan bruscas y que nos afectan a todos”, concreta la presidenta de San Eloy, que reconoce que la situación actual es perjudicial, si bien poco se puede hacer hasta que el oro se estabilice y se quede en un precio fijo“. ”Entonces, todos sabemos a qué nos atenemos. No creo que haya más“, matiza.

Aunque haya quien ya lo está pagando. “Los almacenistas y distribuidores sí tienen que hacer unos pedidos importantes. Es decir, no compran una sortija, compran un número muy elevado de sortijas por modelo. Ahí es donde sí realmente se nota esta diferencia en la compra del oro, y lo que puede hacer que se ralentice un poco y no se mueva la joya con la agilidad con la que normalmente se suelen hacer este tipo de negocios en las ferias”, detalla.

El cliente final, según estima, también va a notar que la joya estará un poco más cara. “Pero no va a hacer que la pieza sea inasequible ni muchísimo menos. Es un poquito, nada más lo que incide, ya te digo, por la forma de nuestro fabricado y la forma de trabajarlo”, insiste la presidenta de una asociación que, según un estudio de la Universidad Loyola Andalucía de 2018, representa a unos 15.000 trabajadores de la joyería que hay en Córdoba.

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