Un grupo de ciclistas pedaleará hasta el Rocío para ayudar a Hugo, el niño que cayó a una piscina en 2017
Hugo García tenía dos años en 2017 cuando cayó a una piscina y fue su hermano -que tenía siete en aquel momento- quien lo pudo sacar. Pero los segundos que pasó en el agua le provocaron una hipoxia cerebral que actualmente le hace que no pueda mantener su tronco y su cuello, ni emitir sonidos. Para ayudar a Hugo, Los bicigrinos, un grupo de ciclistas cordobeses se han puesto como objetivo realizar entre el 23 y el 25 de septiembre una ruta hasta la aldea de El Rocío.
Tras realizar el pasado año su reto en honor a las víctimas del covid, el grupo de 18 deportistas más 2 personas de apoyo no ha dudado en que este año el reto solidario era para ayudar a Hugo a mejorar su calidad de vida pudiendo seguir recibiendo las distintas terapias que necesita. Según ha contado su padre, Víctor García, a Cordópolis estas son de psicología, fisioterapia y logopedia.
Hugo ha recibido terapias desde el primer momento, cuando comenzó las recibía de lunes a viernes tanto por las mañanas como por las tardes en Reina Sofía, San Juan de Dios y en otra clínica privada, pero con la pandemia y con los padres en paro, las citas del pequeño se tuvieron que reducir. Sin embargo, ahora, detalla su padre “al cumplir los seis años -que los cumplió el años pasado- ya le dan de alta en atención temprana, ahora todas las terapias son pagadas”. Lo que le ha obligado a reducirlas a solo tres días por semana y por las tardes ya que durante las mañanas el niño asiste al colegio.
Por todo ello, para incrementar la ayuda a la familia y que el pequeño pueda seguir con las terapias que ayuden a favorecer su evolución, Los Bicigrinos recorrerán 300 kilómetros hasta llegar a la aldea del Rocío, recaudando un euro por cada kilómetro que se distribuirán en tres etapas (desde Córdoba a Fuentes de Andalucía, de aquí a Mairena del Aljarafe y de aquí a la aldea del Rocío.
Desde su alta hospitalaria Hugo no ha dejado de recibir sesiones de fisioterapia para mejorar su espasticidad y así los fuertes dolores que la tensión de los músculos le genera y conseguir el control de tronco y cuello. También se apoya en sesiones de psicología para poder lidiar con las exigencias y estrés de esta condición y tratar conductas inesperadas que suelen surgir en estos casos. Pero una de las que más necesita son las de logopedia “para intentar conseguir que vuelva a comer por la boca y para aprender a comunicarse de alguna manera”.
Además, según detalla Víctor, ahora asisten a una clínica privada en Alicante con la que han visto bastante resultado, tanto es así que ya tienen las citas cogidas hasta el próximo año. Unas terapias que son “mucho más caras que en Córdoba, si no tengo dinero las aplazaré pero ya las tenemos reservadas porque es muy difícil coger cita”, detalla. Estas son de fisioterapia y le ayudan a coger tono muscular, “haciendo hincapié para que consiga sostener la cabeza no sostiene ni la espalda ni la cabeza para seguir evolucionando y progresando lo primero es el control cefálico y de tronco”.
Casi cinco años después, el pequeño Hugo ya da alegrías a sus padres y su hermano con sus pequeños progresos. “Para nosotros cualquier sonrisa o pequeño movimiento que haga ya es un logro, ahora hemos visto que durante las noches ya se mueve y cambia la postura”.
La familia de Hugo tiene también abierta la campaña Todos somos Hugo para que todo el que esté interesado en donar lo que considere oportuno puede ingresarlo en la cuenta ES84 2100 2230 9102 0044 3216 con el concepto “HUGO”. Asimismo, las donaciones también pueden realizarse mediante Bizum, a través del teléfono 687354550.
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