“Mi hijo necesita una rehabilitación que no podemos pagar”
Hugo tiene apenas dos años. Los ha cumplido en el Hospital Reina Sofía, donde se encuentra ingresado desde la tarde del 25 de agosto. Unos segundos bastaron para que el pequeño cayera a la piscina familiar y se hundiera. Su hermano mayor -de tan sólo siete años- fue quien lo vio y lo sacó corriendo. La madre de los pequeños, Araceli Esquina, entre sollozos no sabe explicar cuántos segundos pasaron desde que Hugo cayó y su hermano lo rescató.
Desde aquel día, la vida de Araceli y Víctor -el padre de los pequeños y pareja de Araceli- no ha sido la misma. Y nunca más lo será. Hugo sufrió una hipoxia cerebral -ausencia de oxígeno- que le ha provocado secuelas en los pulmones y en el cerebro que le afectan a la vista y a la coordinación de los movimientos. Dentro de unas semanas, quizás días, la familia volverá a casa. Pero ahí será cuando empiece el verdadero camino. Hugo necesitará cerca de dos años de rehabilitación, unos cuidados que sólo lo costean las clínicas privadas. Por ello, los padres del pequeño han abierto una cuenta corriente y han hecho un llamamiento en las redes sociales pidiendo la ayuda ciudadana.
Los hechos ocurrieron en la vivienda de la familia en Guadalcázar. En cuestión de minutos, y gracias a la ayuda de un vecino, Hugo llegó al hospital Reina Sofía en parada cardiorrespiratoria. Tras reanimarlo, estuvo durante seis días en la Unidad de Cuidados Intensivos y después pasó a la planta de la unidad pediátrica del hospital. Es ahí donde se encuentra el pequeño, acompañado en todo momento de alguno de sus progenitores y de su hermano Adrián. “A él le hemos dicho que es un superhéroe. Que gracias a él su hermano está vivo”, cuenta Víctor.
El silencio de la habitación se interrumpe por los dibujos que aparecen en la televisión. Al lado del pequeño Hugo, en una pared, hay colgado un dibujo de toda la familia que realizó Adrián, donde claramente se puede leer Feliz cumpleaños. Justo encima, otro dibujo con los nombres de ambos hermanos. Hugo duerme. Los médicos le tuvieron que colocar una sonda nasogástrica para poder alimentarlo. Pero también le genera problemas, por lo que le cambiarán esta vía por un botón nasogástrico. En la cama de al lado, Adrián. Está serio. Mira atentamente a las dos personas que acaban de entrar y que se colocan al lado de su hermano. “Tú eres del Real Madrid, ¿verdad?”. Se esconde detrás de su madre, empieza a sonreír y destensa su mirada.
“No sabemos el tiempo que vamos a estar aquí. Creemos que poco pero ya hemos ido mirando clínicas para que, cuando nos vayamos del hospital, vayamos a tiro fijo”, explica la madre de los pequeños. Actualmente, ninguno de los dos se encuentra trabajando dada la complejidad de la situación. Desde que ingresó, Hugo está recibiendo rehabilitación por parte del hospital, pero es insuficiente para lo que él necesita. El padre reconoce que la rehabilitación que su hijo requiere no la pueden costear con los recursos económicos que tienen. Y ése es el camino que emprenden.
“¿Hugo es un niño nervioso o activo?”. “Hugo es un niño muy alegre. Muy zalamero y simpático. Le encanta El Despacito [la canción de Luis Fonsi] y bailar. Y tirar pelotas a la piscina. Creemos que eso pudo pasar. Él nunca se acercaba al bordillo. Quién sabe si quiso coger una pelota y se escurrió”. El padre del pequeño intenta buscarle explicación alguna a lo que sucedió aquel día. Sabe que la vida comenzará cuando salgan los cuatro del hospital.
El municipio de Guadalcázar se vuelca con actos solidarios
La difusión por redes sociales del caso de Hugo ha hecho que el municipio de Guadalcázar se movilice para conseguir los fondos necesarios para el pequeño. La respuesta ha sido tal que desde el Ayuntamiento de la localidad han empezado a organizar todas las iniciativas que han surgido.
Así, han creado el grupo en Facebook #TodosSomosHugoGarciaEsquina donde los padres serán quienes cuenten el avance de Hugo y donde se darán a conocer todas las actividades benéficas previstas. Así, el primero de los eventos se celebrará el próximo sábado 30 de septiembre con un perol benéfico a partir de las 14:00 en la cafetería Expo.
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