Una dimisión en el PSOE de Córdoba con ruido de primarias al fondo
Prácticamente a la misma hora en la que Pablo Iglesias se levantaba del debate de la SER cuando Rocío Monasterio se negaba a condenar la amenaza de muerte que había recibido el PSOE de Córdoba enviaba una nota de prensa en la que uno de sus concejales, Manuel Torralbo, anunciaba su dimisión. La actualidad madrileña copó el debate en redes sociales y Torralbo apenas si se llevó algún tuit. Su paso atrás, meditado y argumentado, daba paso a un pequeño seísmo en clave local y también regional.
La actualidad madrileña logra oscurecer prácticamente la local y la andaluza. Hace años, todo lo que ocurría en clave interna en el PSOE era analizado con lupa. Los socialistas, de hecho, se encuentran ahora mismo en uno de esos procesos internos en los que pueden decidirse muchas cosas para su futuro, como partido, e incluso también para el futuro político de Andalucía.
Hace dos semanas, cuatro agrupaciones (de las ocho del PSOE en la ciudad más Juventudes Socialistas) aprobaron adelantar las primarias andaluzas en un movimiento que prevé desplazar a Susana Díaz como candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía. En 2019, el PSOE local logró su mejor resultado histórico en Córdoba (en votos) pero perdió la Alcaldía. El grupo municipal fue muy afín a la exalcaldesa y portavoz, Isabel Ambrosio, que en clave interna se sumaba a un movimiento que precisamente no era favorable a Susana Díaz. Tampoco al secretario provincial del PSOE, Antonio Ruiz, presidente de la Diputación.
Ambrosio había logrado un equilibrio que no había disfrutado el PSOE en el Ayuntamiento de Córdoba en décadas. Ninguno de sus concejales era o beligerante o formaba parte de otra familia socialista. Pero la dimisión de Manuel Torralbo lo ha cambiado todo.
La exalcaldesa logró, gracias también a la intervención de Ferraz, configurar una lista afín que desplazó a puestos de no salida a cargos como Carmen González, exconcejala de Promoción y de una familia política diferente a la de Ambrosio. González no logró acta de concejal, pero contra todo pronóstico la dimisión de Torralbo la convierte en la siguiente de la lista. Su entrada en el grupo municipal cambiará esos difíciles equilibrios logrados en la primavera de 2019 y en estos dos años de mandato en la oposición.
Tras la crisis del zuncho, el PSOE ha logrado recolocarse. Ambrosio ha pactado una abstención a los presupuestos municipales que han hecho que el PP y Ciudadanos aíslen a Vox. La exalcaldesa no ha parado de recibir elogios de la bancada de gobierno por su “ejercicio de responsabilidad”, como han coincidido en alabar el alcalde, José María Bellido, y el concejal de Hacienda, Salvador Fuentes. Ambrosio ha logrado lo que lleva predicando desde que perdió la Alcaldía: “ser una oposición útil”.
La marcha de Torralbo para dedicarse a sus clases es un varapalo dentro del grupo municipal. Torralbo es una persona muy valorada dentro del PSOE local, por la visión que ha aportado a los problemas y por una gestión interna que en la oposición no suele ser muy visible. Ambrosio pierde un apoyo. El PSOE provincial, mientras tanto, ve en González una oportunidad. Siempre fue su apuesta para ser candidata a unas futuras elecciones en 2023. Ahora va a regresar a Capitulares.
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