#Heroínas sin capa | Atención Personas Sin Hogar: “Me ha sorprendido su capacidad de adaptación”

María de los Ángeles Chacón se dedica a la educación social, una profesión callada y poco visibilizada que sigue siendo necesaria durante el estado de alarma. Aunque a principios de marzo estaba desempleada, la emergencia sanitaria y la necesidad de alojar y atender a las personas sin hogar le han proporcionado un nuevo puesto de trabajo. En concreto, en el Colegio Mayor Séneca, donde acompaña día a día a sus nuevos residentes.

Sin embargo, antes de poder centrarse en la educación social, ella y sus compañeros han tenido que dedicar mucho tiempo y esfuerzo a organizar las rutinas, estructurar las tareas y poner el centro en funcionamiento, ya que trabajadores y residentes llegaron al mismo tiempo. En esta labor, el trabajo en equipo, la sensibilización y la adaptación a las necesidades del momento, “inherentes” a su profesión, han sido fundamentales para superar las dificultades de los primeros días y seguir adelante.

Entre esas dificultades, la gran diversidad de perfiles sociales que hay entre las más de 90 personas que viven juntas en el colegio mayor. Una diversidad que puede llevar fácilmente a problemas de convivencia, más aún en la situación actual de confinamiento, y que debe tenerse en cuenta a la hora de establecer normas y protocolos para todos. Por ello, es necesaria la figura de los educadores sociales, que facilitan que “la comunicación fluya” entre todos y trabajan para “favorecer una convivencia positiva y saludable, respetando siempre esa diversidad”, explica Mari Ángeles, que también se encarga de tareas como el control de los listados o los registros de entradas y salidas.

“Esta situación forma parte de nuestro trabajo y la tenemos que asumir”, cuenta Mari Ángeles. Como educadora social, está acostumbrada a trabajar en entornos parecidos y

prefiere mirar el confinamiento de las personas sin hogar desde una óptica positiva, ya que les permite “aprovechar” para hacer algo distinto que pueda cambiar sus perspectivas de vida. Así, intentan que todos colaboren en las tareas, solucionen situaciones por sí solos y adopten una visión de autonomía que los haga sentirse “útiles y parte de algo”.

Todos han tenido que adaptarse a la situación

Igual que Mari Ángeles ha tenido que adaptar su trabajo a las necesidades del momento, todas las personas que viven en el colegio mayor también han tenido que cambiar sus hábitos. “Me está sorprendiendo la capacidad de adaptación que tienen muchas de estas personas”, cuenta Mari Ángeles, pues la mayoría están acostumbradas a vivir solas y a no regirse por ninguna norma. A pesar de ello, han sabido aceptar la situación y es “digno de reconocer” cómo se organizan y se respetan, manteniendo siempre las distancias de seguridad que también se aplican dentro del colegio mayor.

Esas medidas de seguridad, aunque limitan los riesgos de contagio, también limitan el trabajo de Mari Ángeles y sus compañeros. Ella suele acompañarlos durante el día y salir con ellos al patio, pero echa en falta la cercanía y el contacto con ellos, “una herramienta más de trabajo” muy útil para construir relaciones de confianza y con la que ahora no cuentan.

A pesar de las limitaciones de intervención que le impone la situación, la experiencia está siendo “enriquecedora” para ambos lados, así como un aprendizaje. Mari Ángeles, como parte de su trabajo, registra en su libro diario todas las situaciones que surgen o necesidades que percibe a raíz del trato con ellos, lo cual les sirve para tener “una visión crítica y constructiva” de su trabajo, aprendiendo de los errores que puedan cometer.

Además de ser una experiencia beneficiosa y constructiva a nivel profesional y personal, para Mari Ángeles es “un privilegio” poder ir trabajar y hacerlo andando, absorbiendo parte de los rayos de sol que la mayoría de cordobeses ahora buscan en sus balcones y ventanas. Aunque ese privilegio suponga seguir un protocolo de limpieza y desinfección cada vez que regrese con su familia, uno de los muchos gajes del oficio de los que trabajan durante estos días.