#Héroes sin capa | Estanquero: “Hemos sido esenciales desde el primer día porque somos un servicio público”
No ha habido un día de estado de alarma en el que Manuel Fernández haya tenido que cerrar. Como en los últimos casi cincuenta años, cada mañana a las 7:30 sube las persianas de su estanco en la calle Alfonso el Sabio y empieza a atender a sus clientes, pero el confinamiento y la crisis del coronavirus han hecho que cada vez sean menos lo que entran por su puerta.
“Si antes entraban más de 200 personas por la mañana, ahora me están entrando 60”, cuenta Manuel, que ya no abre por las tardes. Su local fue blanco de las compras masivas de los primeros días de encierro, pero estas han quedado en el pasado. Ahora hay menos clientes y gastan menos, pues los bolsillos de los cordobeses no han escapado a los efectos económicos del coronavirus. Efectos que han reordenado las prioridades de sus clientes y que invitan al ahorro, más que al gasto, ya que la incertidumbre ante el futuro reina durante estas semanas.
A esa “pérdida de poder adquisitivo” de los cordobeses, explica Manuel, se suma el cierre de bares y establecimientos que disponen de máquinas expendedoras de tabaco, “el segundo canal de venta” de los estanqueros, así como la suspensión de las bodas y comuniones programadas para estos meses. Con ellas, se cancelan también las reservas de puros, producto protagonista en el estanco de Manuel y al que dedica una sala entera.
Todas estas circunstancias han desplomado las ventas de tabaco en Córdoba “en torno a un 40%”, estima Manuel, que es también presidente de la Unión Provincial de Estanqueros de Córdoba (UNPRECO) y dueño de otros dos estancos, por lo que conoce bien la situación de sus compañeros de gremio. Gremio que, además de la caída en el consumo, tiene que enfrentar las críticas de muchos sectores de la población, que no consideran la venta de tabaco como un servicio esencial.
Los estancos ofrecen otros servicios
“Hemos sido esenciales desde el primer día porque somos un servicio público”, recuerda Manuel, ya que los estancos, concesionarios administrativos del Ministerio de Economía y Hacienda, ofrecen servicios que van más allá de la venta de tabaco. En su caso, la recarga de bonobuses y tarjetas telefónicas y la venta de sellos de correos, así como lotería nacional y quinielas, aunque ahora mismo estén suspendidas.
Además, en el establecimiento de Manuel también se puede comprar prensa, un bien de primera necesidad para una ciudadanía que busca estar más informada que nunca, pero que también ha sufrido la caída de ventas. “Es una ruina”, sentencia Manuel, ya que apenas vende “un 20% de los periódicos” que le llegan diariamente y que no tienen más que un día de vida. Algo que, “por suerte”, no ocurre con el tabaco, ya que puede almacenarse durante “más tiempo” y “no pasa de moda ni funciona por épocas”, como la ropa o los zapatos.
Se ha eliminado el contrabando
Otra “suerte” para Manuel es que la derrota temporal del contrabando de mercancías gracias a las medidas de confinamiento, que limitan el desplazamiento de las personas y, al mismo tiempo, el movimiento de tabaco de contrabando. Una actividad que suponía “en torno a un 25% del consumo” en la ciudad y que ahora se ha visto reducida. “Hemos tenido suerte porque esos fumadores se han recuperado”, cuenta Manuel, ya que muchos ahora se ven obligados a acudir a los estancos.
Sin embargo, los clientes recuperados del contrabando no son suficientes para compensar la caída general del consumo. Además, la posibilidad de vender la mercancía en el futuro no exime a Manuel de tener que pagar a los almacenistas ahora. Y los gastos no disminuyen por mucho que los ingresos lo hagan, por lo que la realidad de Manuel y sus compañeros de gremio sigue siendo “difícil”.
Así, para “dar ánimo” a todos los trabajadores del sector y a sus familiares y amigos, desde la UNPRECO están trabajando en un vídeo recopilatorio de imágenes y mensajes de ánimo de todos los estanqueros cordobeses. “Para que sepan que estamos aquí”, explica Manuel, pues sienten que “en los medios de comunicación no se suele hablar del tabaco ni de los estanqueros”.
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