Gómez seguirá de delegada hasta que se constituya el gobierno
El cargo en la Delegación no quedará vacante, como estaba previsto, hasta que se constituya el nuevo ejecutivo de la Junta de Andalucía
Manuela Gómez seguirá siendo delegada de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte en Córdoba hasta la constitución del nuevo gobierno de la Junta de Andalucía. El Consejo de Gobierno de la Junta de hoy ha decidido no aprobar su cese, pese a que ella había puesto su cargo a disposición del consejero de Cultura, Luciano Alonso, después de que trascendiera el contenido de la carta que había enviado a los funcionarios de su delegación. En la misiva, con membrete de la Junta, la delegada agradecía y felicitaba la victoria del PSOE en las elecciones autonómicas.
El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, ha explicado que la delegada ya “ha reconocido su error” y además Gómez “ha pedido no repetir” en el cargo cuando se constituya el nuevo gobierno. Por eso, el vicepresidente ha asegurado que “ahora toca no dejar” vacante el cargo, de forma transitoria hasta que se constituya el nuevo gobierno andaluz, que surgirá cuando se empiece a reunir el Parlamento de Andalucía en la segunda semana del mes de abril.
El gobierno andaluz no nombrará a un delegado provisional teniendo en cuenta que está a punto de constituirse un nuevo Parlamento que elegirá al próximo ejecutivo regional. El cargo, por tanto, sería interino durante 20 días. Así, el gobierno andaluz esperará estas tres semanas antes de nombrar a un nuevo delegado. Tampoco es seguro que el actual consejero, Luciano Alonso, permanezca en el cargo.
Los acontecimientos se aceleraron en apenas 24 horas desde que el miércoles se filtrarse a algunos medios de comunicación, incluido CORDÓPOLIS, el contenido de la polémica carta. A las 10.00 de la mañana del jueves, Gómez protagonizó una tensa rueda de prensa en la que leyó un breve comunicado en el que lamentaba el contenido del escrito y señalaba que el mismo estaba destinado solo a los jefes de servicios, es decir, al personal de libre designación. “Siento que haya llegado también a algunos funcionarios”, señalo. Gómez apenas aceptó un par de preguntas de los periodistas antes de levantarse y abandonar la rueda de prensa.
Pero sus disculpas no calmaron las críticas desde el PP, Equo o sindicatos como CSIF o UGT. Más dura fue, si cabe, la respuesta que recibió de parte de su propio partido. Quien fuese delegada del Gobierno andaluz en la provincia y, por tanto jefa de Gómez, la actual candidata a la alcaldía de Córdoba por el PSOE, Isabel Ambrosio, apuntó implícitamente a la dimisión. Ésta no tardó en llegar cuando Manuela Gómez puso su cargo a disposición del consejero, Luciano Alonso.
EL PP CONSIDERA A LA JUNTA “CÓMPLICE” DE LA CARTA
El coordinador adjunto de la campaña electoral del PP de Córdoba, Miguel Ángel Torrico, ha lamentado este martes que el Consejo de Gobierno en funciones de la Junta de Andalucía se muestre “cómplice y partícipe” del uso “partidista” de esta institución pública por parte de la delegada de Educación, Cultura y Deporte de la Junta en Córdoba, Manuela Gómez.
En una nota, Torrico se ha mostrado “sorprendido” por la decisión del Consejo de Gobierno de la Junta de no destituir a la delegada cordobesa tras “quedar demostrado que utilizó su cargo público en la Junta de Andalucía con fines partidistas y electoralistas, y tras haber puesto su cargo a disposición del consejero”.
De esto modo, el popular ha advertido de que “se confirma que el Gobierno andaluz del PSOE ampara este tipo de actuaciones y se siente legitimado a utilizar lo público en beneficio personal, de su partido o de sus intereses”.
A su juicio, “no debería de haber pasado ni cinco minutos desde que se conoció este hecho lamentable para haber destituido de forma fulminante a Gómez de su puesto”, al tiempo que censura que “el PSOE en Andalucía, después de 33 años en el poder, cree que puede utilizar la Junta de Andalucía como si fuera su cortijo”.
En opinión de Torrico, “la postura del Consejo de Gobierno andaluz hace pensar que esta puede ser la práctica habitual de los responsables socialistas de la Junta, y abre la puerta para que cualquier cargo público actúe de la misma manera con total impunidad”.
“Esto da que pensar que si la Junta tuviera que cesar a Manuela Gómez quizás tendría que cesar también a muchos otros que pudieran estar actuando de forma similar”, ha asegurado el popular.
Asimismo, Torrico pone “en duda la credibilidad del PSOE en Córdoba, de la delegada del Gobierno andaluz y de la candidata a la Alcaldía cuando daban por hecha la destitución de Gómez”. “Un partido político que utiliza las instituciones públicas para beneficio propio demuestra que ha perdido todo el pudor y que alardea con descaro de su clientelismo electoralista, algo que es muy grave y va contra nuestro sistema democrático”, dice Torrico, quien añade, “hoy el gobierno de Susana Díaz lo ha refrendado; pocas lecciones de política puede dar esta señora”.
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