La fortificación que también fue palacio

La última campaña de excavaciones en el Cerro de la Merced, en Cabra, cambia la visión de este espectacular yacimiento íbero

Las excavaciones en el Cerro de la Merced (Cabra) terminan su cuarta campaña. Y no podían hacerlo de una forma más espectacular. Los recientes hallazgos arqueológicos llevan a pensar a los expertos que aquel espacio elevado no era solo una fortificación íbera, sino también un importante complejo palatino, tal y como recoge el blog de divulgación arqueológica La bitácora de Jenri.

Los trabajos han permitido delimitar un gran edificio de dos plantas con al menos diez estancias en la inferior. En la planta baja se incluiría un pequeño espacio de culto, según apuntan los investigadores en el blog. Y todo ello, enclavado en un recinto de unos 700 metros cuadrados fuertemente amurallado con lienzos de unos cuatro metros de espesor.

El yacimiento fue varias veces saqueado, posiblemente por cazatesoros del siglo XVII, pero incluso anteriormente los investigadores sospechan que las estructuras se vieron muy afectadas con la llegada de los romanos a la zona. En ese momento, entre mediados del siglo II y mediados del I antes de Cristo, las comunidades ibéricas del sureste de la actual provincia de Córdoba, en la frontera de la antigua Bastetania, fueron derrotadas por los romanos o forzadas a abandonar su hábitat tradicional. Algunos de sus poblados y fortificaciones fueron incendiados y demolidos, y parte de su población masacrada o esclavizada, y el resto obligada a modificar su forma de vida.

El Ministerio de Economía ha sido subvencionado con 36.000 euros este proyecto de excelencia y de investigación científica -junto a los trabajos del Cerro de la Cruz, en Almedinilla- para poner en valor e interpretar estos restos de las últimas poblaciones iberas que fueron conquistadas por Roma. El proyecto está dirigido por el profesor de la Universidad Autónoma de Madrid Fernando Quesada, apoyado por los ayuntamientos de Cabra y Almedinilla.