Diario del Confinamiento | Lo de la piscina
Conversación entre los vecinos A y B a través de los balcones:
-¿Qué tal, cómo lo llevas?
-Bien, aquí; esperando que la cosa afloje un poco.
-¿Sabes?, abren la piscina de la comunidad a final de mes.
-Hostia; qué bien. Es el momento.
-Pues sí. La abren sólo para mí.
-¡¿Cómo?!
-Sí. Yo la podré usar cuando quiera, podré bañarme o tenderme en el césped a leer las obras completas de Kafka o los Ensayos de Montaigne o lo que quiera. Incluso, con mis cascos bluetooth, podré escuchar la música que me dé la gana –menos canciones de Pablo Alborán, obviamente-.
-¿Pero, qué dices…?
-Que sí, tío. Y además, cuando no quiera bajar a la pisci, puedo elegir a un vecino para que lo haga. Venga, hasta luego.
Conversación entre los vecinos B, C y D:
-Joder; me ha dicho A que abren la piscina sólo para él y para quien él diga, si no baja.
-Anda ya…
-Que sí.
-¿Y eso por qué? Vaya morro. Eso es mentira.
-Pues lo ha dicho muy en serio; y ya sabéis que él no es especialmente gracioso.
-Eso es verdad. Es un señor muy educado, muy formal.
-Pues que lo explique mejor.
B, C, D –y E, que de pronto se asoma- le piden explicaciones al vecino A:
-Eso de que sólo podrás bajar tú a la piscina ¿qué pollas es? (es que B es de Jaén, por eso habla así)
-Porque lo dice el BOE.
-¿Cómo…?
-Sí, amigos, hay que leer el BOE y dejarse de tanto whatsApp y Facebook y tuiter y tanta contaminación. En el BOE lo dice bien claro: yo podré usar la piscina y, si no quiero, puedo decir quien la puede usar. Por razones de higiene y seguridad. Es lo correcto; lo pone bien claro.
-Increíble.
-El Boletín Oficial del Estado dice las cosas bien clarito; y lo hace sin memes, ni dibujitos, ni fotos ni emoticonos ni pegoletes. Lo dice negro sobre blanco. Dice “esto es lo que hay” y, entre líneas dice “esto es lo que no hay”. Así de claro. A ver si creéis que el Gobierno es gilipollas y no sabe que soy un ciudadano ejemplar. A ver si creéis que no sabe que os habéis relajado en el aplauso de las ocho de la tarde o de que tú, C, saliste a hacer una cacerolada en plena comparecencia en la tele del presidente. A ver, eh, a ver…
-Hostia.
-Pues a mamar. Hasta luego.
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