Denuncian el mal estado de las lápidas en San Rafael por el cierre de las fuentes públicas
Varias familias de personas enterradas en el Cementerio de San Rafael de la avenida de Libia han transmitido sus quejas al personal de Cecosam ante “el mal estado” del camposanto y la falta de fuentes públicas, que se mantienen cerradas con motivo del Covid-19, y que impide la limpieza de las lápidas y el mantenimiento de las flores que suelen realizar las familias y usuarios.
“Estamos hablando de sentimientos”, aclara Ani, una de las usuarias, a este periódico, tras indicar que el personal de la empresa les ha indicado que no está en su mano abrir las fuentes públicas, y tras haberles reconocido -señala- que “hay personas que se van llorando al comprobar el estado de la lápida de su familiar”.
Según indica esta mujer, la apertura de los cementerios en mayo se hizo siguiendo las medidas sanitarias para prevenir el contagio de Covid-19 y, entre ellas, estaba el hecho de que no se pusieran escaleras para acceder a limpiar las lápidas en altura y el corte del suministro de agua en todo el cementerio, quedando cerradas todas las arquetas públicas ubicadas en el interior y que los familiares suelen usar para limpiar los nichos, panteones y lápidas.
Sin embargo, con el paso del tiempo, esta mujer asegura que el estado del cementerio ha ido empeorando y el resultado es que algunas lápidas presentan muy mal estado. “Y además para limpiarlas hay que salir del cementerio e irte a la fuente de Canaletas. El otro día di cinco o seis viajes para poder limpiar la de mi padre”, relata, remarcando que de las fuentes “han quitado las manivelas” para impedir su uso.
Emacsa asegura que no hay problemas de suministro y Cecosam no ha contestado
Siempre según su relato, ella y otros familiares están intentando hacer presión para que permitan abrir las fuentes porque entienden que la excusa del Covid-19 “no es convincente” y, si el temor es al contagio por contacto con las superficies, se pueden tomar medidas como poner guantes de plástico para que se usen con seguridad.
El caso, aclara Ani, es que gran parte de las personas que acuden al cementerio a visitar a sus fallecidos son personas mayores y, con los rigores del verano, no están para dar cinco o seis viajes a por agua. Además, asegura que los trabajadores le han reconocido que las condiciones “no son higiénicas” y “pueden crear infecciones”.
En este sentido, en Cecosam y en el propio camposanto nadie confirma ni desmiente el relato de estos usuarios, tras ser contactados por este periódico. En Emacsa, por su parte, no tienen ninguna alerta o notificación de incidencia sobre las fuentes públicas en ninguno de los cementerios municipales, según las fuentes consultadas.
De hecho, la empresa pública asegura que “el suministro y el abastecimiento es perfectamente normal en los cementerios” y emplaza a los ciudadanos a hacer una denuncia a la empresa de aguas si detecta algún problema de consumo.
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