Cuatro semanas mirando a las elecciones municipales de reojo
Dentro de cuatro semanas, los andaluces (y los cordobeses) sabrán los nombres y apellidos de los 109 parlamentarios que se sentarán en el antiguo hospital de las Siete Llagas de Sevilla. Dentro de cuatro semanas, el lunes 3 de diciembre, se conocerá el nombre del partido que haya ganado las elecciones andaluzas, si hay o no mayorías, y si hay o no bloques suficientes para formar gobierno. Pero además de todo eso habrá datos, muchos datos, que se interpretarán como una especie de prólogo ante las próximas elecciones municipales de mayo del 2019.
Los partidos políticos con aspiraciones a gobernar la ciudad de Córdoba a partir de la próxima primavera trabajan a toda máquina en las elecciones andaluzas, pero de reojo miran los efectos que estos comicios puedan provocar en las próximas municipales. En los cuarteles generales del PP y del PSOE se trabaja con una preocupación especial: ser el partido más votado en Córdoba capital en las autonómicas.
Son elecciones diferentes, sí. Y Córdoba es una excepción. Años atrás, a principios del 2000, la capital votaba a IU en el Ayuntamiento, al PSOE en Andalucía y al PP en el Gobierno. El votante cordobés no era fiel con un partido u otro. Tanto, que el voto en Córdoba capital llegó a protagonizar estudios del IESA. Pero el partido que consiga ser el más votado en la ciudad usará ese argumento como principal idea fuerza ante las inminentes y próximas elecciones municipales.
En el PP, el candidato a la Alcaldía José María Bellido se está esforzando en acompañar a José Antonio Nieto, número uno al Parlamento por Córdoba, en toda la precampaña. Ambos aparecen juntos constantemente en muchos actos de partido y denuncia. Bellido aspira a que el PP vuelva a ser, como ocurrió en elecciones anteriores, el partido más votado en la capital durante las próximas andaluzas. De ser así sostendría la próxima campaña en que para el bloque de centro derecha cordobés la principal alternativa para lograr un cambio en la Alcaldía pasa por votar al PP.
Una lectura similar se hace en el PSOE. Los socialistas defienden la cercanía entre Susana Díaz y la alcaldesa, Isabel Ambrosio, para hacer una analogía de lo que los cordobeses entienden como gestión a defender. Una victoria de los socialistas en la capital reforzaría la apuesta que tienen por mantener la Alcaldía otros cuatro años más, aunque sea a costa de un pacto de gobierno futuro.
Pero el resto de partidos también está leyendo lo que puede ocurrir en las próximas andaluzas. En la confluencia entre Podemos e IU se especula con un retroceso del PP y una fuerte subida de Ciudadanos que los convertiría, hipotéticamente, en segunda fuerza. Si el reparto de fuerzas entre populares y naranjas es como señalan algunas encuestas los militantes de la confluencia sueñan con dar este sorpasso: ser el segundo partido solo por detrás de los socialistas.
Unas cuentas similares se hacen en Ciudadanos. Los naranjas apuestan por crecer de manera notable y protagonizar una espectacular remontada a costa del PP... aunque también confían en que muchos antiguos votantes del PSOE les den su apoyo.
Pero, ¿y los partidos pequeños? Todo se analizará con lupa. Tanto los votos que obtengan formaciones que no están en la confluencia como Equo y el Pacma servirán para medir la apuesta de Ganemos de presentarse a las municipales de manera individual. De la misma manera que se medirá el impacto real que pueda tener una apuesta como Vox en Córdoba capital, y si de verdad la extrema derecha tiene un papel importante en la ciudad. Y todo sin olvidar el papel de Acción por Córdoba del exconcejal del PP Ricardo Rojas.
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