La ciudad de los niños de acogida
Córdoba celebra el tercer acto de acogida infantil a los niños de Bielorrusia, afectada por un desastre radioactivo, y el Sáhara Occidental
Córdoba se ha convertido en una de las grandes capitales de acogida de España. Las Asociaciones Anida y Acansa traen a la ciudad un verano más a cientos de niños saharauis y bielorrusos para poder disfrutar durante los meses de verano de sus familias de acogida.
La ciudad celebró ayer el tercer acto de acogida infantil de niños saharauis y bielorrusos. El encuentro ha tenido lugar en la Ciudad de los niños. Esta actividad es un momento de juego y encuentro para que los niños saharauis y bielorrusos que pasan los veranos en la capital cordobesa se sientan acogidos por familias e instituciones de la ciudad.
Desgraciadamente, estos niños han nacido en dos partes del mundo donde su día a día es insostenible y la precariedad de medios es de notable importancia. Los niños saharauis viven en una difícil zona de conflicto donde la larga lucha por la independencia y autodeterminación de su territorio no llega nunca. Por su parte los niños bielorrusos conviven en una zona afectada por la catástrofe de Chernóbil. Esto hace que sean receptores absolutos de un clima contaminado, de una alimentación poco sana y unas consecuencias negativas para su salud a largo plazo.
El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, ha hecho hincapié en la importancia que tiene vivir los valores de la solidaridad a través del encuentro intercultural, aportar optimismo, ilusión, alegría y poder aprender de la realidad de otros pueblos. Nieto ha asegurado que seguirán apostando por este encuentro. “Es importante darle proyección y relevancia, que se conozca y se sepa la labor que realiza Córdoba y sus familias de acogida pero sobre todo el drama que viven los niños en sus países de origen”.
La presidenta de Anida, Carmina Sánchez, se ha mostrado entusiasmada por poder llevar a cabo un año más este encuentro. Sánchez asegura que Córdoba es la mejor medicina para los niños bielorrusos. “La labor de las familias de acogida es encomiable; para ellos somos su familia española, saben que a unos miles de kilómetros tienen una familia que los quiere y se acuerdan de ellos”.
Por su parte, el presidente de Acansa (Asociación Cordobesa de Amistad con los Niños Saharauis), Arturo Falcó, ha destacado la importancia que tiene “poder sacar” del desierto, durante los 60 días más duros del año, a un gran número de niños con edades comprendidas entre ocho y doce años. “El que puedan ser atendidos por médicos de la Seguridad Social y que durante dos meses tengan una alimentación equilibrada y saludable es el mejor premio que podemos tener. Para estos niños poder tener gafas, un audífono o beber un simple jarabe puede darles la vida”. Esta actividad está enmarcada en el programa “Vacaciones en Paz” de su asociación.
Ambas asociaciones llevan más de 20 años realizando labores de acogida y ayuda a estos niños, pero solo tres realizándolo de forma conjunta. Creen que este hermanamiento entre ambas es positivo y puede sacar adelante sus proyectos junto a todas las familias que acogen a niños. El acto ha finalizado con un espectáculo de magia y música para todos los niños.
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