Cinco detenidos y dos registros en una operación antidroga en la calle Torremolinos
La droga era vendida por dos matrimonios: uno recibía la sustancia estupefaciente y el otro lo vendía al por menor
Agentes de la Policía Nacional han culminado recientemente una operación contra el tráfico de drogas, denominada operación Roble, que se ha saldado con la detención de cinco personas, como presuntas autoras de un delito contra la salud pública y receptación, y el registro de dos domicilios en la calle Torremolinos.
La operación se inició el pasado mes de septiembre, tras detectar, los servicios policiales encargados de la lucha contra el tráfico de drogas, una trama delictiva dedicada a la venta, al por menor, de cocaína en la calle Torremolinos.
Conforme avanzaba la investigación los agentes pudieron concretar el modus operandi utilizado por la referida trama, de tal manera que se constató como todos los implicados eran familiares, repartiéndose las tareas entre ellos, de tal forma que un matrimonio de mayor edad se ocupaba de guardar la sustancia en su domicilio particular, a cambio de una comisión, mientras que un segundo matrimonio sería el encargado de la venta directa al por menor de la droga en otro inmueble ubicado en la misma calle.
Por otro lado, los investigadores determinaron la participación en los hechos de una quinta persona, la cual estaría encargada del transporte de sustancias estupefacientes entre ambos domicilios, para ir reponiendo en el piso de venta directa pequeñas dosis de droga poco a poco.
Como resultado de las gestiones practicadas los agentes pudieron identificar plenamente a todos los componentes de la trama delictiva, determinando las funciones ejercidas por cada uno de ellos, así como concretar los inmuebles utilizados para sus fines ilícitos, procediendo a solicitar a la autoridad judicial los oportunos mandamientos de entrada y registro para los dos domicilios, llevándose a cabo los registros el pasado 31 de octubre. Los moradores de uno de los pisos trataron de deshacerse de la droga que guardaba en su domicilio arrojándola por la ventana del cuarto de baño hacia la calle en cuanto detectaron la presencia policial, si bien gracias al cordón perimetral policial establecido al efecto se logró recuperar la misma. Igualmente el domicilio destinado a la venta al menudeo presentaba unas fuertes medidas de seguridad con una puerta blindad, lo que añadió cierta dificultad al acceso de los policías.
Entre los efectos intervenidos, además de cocaína y heroína dispuesta para la venta, se incautaron tres teléfonos móviles, diverso material electrónico y ropa con sistemas de seguridad antihurto de la que los moradores no pudieron acreditar su propiedad.
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