Cajasur impulsa la innovación social desde su sede de Reyes Católicos
La entidad dota de un espacio físico al Córdoba Social Lab que, en colaboración con la Fundación Xul, se convertirá en punto de encuentro para las distintas iniciativas
Las empresas, entidades u organizaciones de innovación social son grupos de personas que atienden necesidades de colectivos de forma distinta a como se ha hecho tradicionalmente. Un ejemplo en Córdoba es la cooperativa Ecoqueremos (www.ecoqueremos.com) formada por un grupo de personas con minusvalía que recoge aceite usado, lo recicla, hace biocombustible y aprovecha su conocimiento para impartir talleres de concienciación medioambiental. Ecoqueremos ha logrado que sus cinco integrantes se ganen la vida y tengan un futuro. Iniciativas de innovación social como esta tratan de funcionar de manera autónoma sin una alta necesidad de recursos y basando buena parte de su trabajo en la colaboración con otras personas o entidades. Y a pesar de ser en muchos casos iniciativas pequeñas, buscan y muchas veces consiguen una fuerte repercusión social, además de tener una gran capacidad de expansión de su modelo en otras experiencias iguales. Un problema de las entidades de innovación social es, no obstante, la falta de conexión entre ellas y su limitación a la hora de captar fondos de la Unión Europea para desarrollar sus programas. Con el fin de facilitar la coordinación entre ellas, las sinergías, la comunicación y la formación, Cajasur, a través de su fundación ha cedido su sede de la calle Reyes Católicos, para dotar de un espacio físico a su proyecto Córdoba Social Lab, ideado para impulsar este tipo de iniciativas.
Córdoba Social Lab es el resultado de tres años de trabajo, desde que en septiembre de de 2011 se desarrolló el Innova Córdoba Social, organizado por Cajasur. Allí se concluyó que era necesario un espacio como el que este viernes se ha presentado en Reyes Católicos, pero antes se quiso hacer un estudio que radiografiase el panorama de las iniciativas de innovación social de Córdoba. El informe, realizado por la Universidad privada Loyola Andalucía, deparó sorpresas porque a las entidades ya conocidas se sumaron otras muchas que apenas habían tenido todavía repercusión y que, además, se dedicaban a iniciativas novedosas. Así lo ha explicado José Castillo, responsable de la Fundación Xul, a la que Cajasur ha encargado dotar de contenido la sede física del Córdoba Social Lab.
El objetivo es convertir a la sede de Reyes Católicos en un espacio de encuentro para el trabajo en grupo, la formación y la difusión de información y conocimiento en innovación social. Se ofrecerán más de 30 actividades a los largo del año y un programa específico para fomentar este tipo de iniciativas. Además, se va a desarrollar un programa específico para fomentar la innovación dirigido a las más de 20 asociaciones detectadas en el informe de Loyola y que conforman lo que se ha denominado grupo motor del Córdoba Social Lab.
El objetivo básico que se busca conseguir con la interacción entre distintos grupos de innovación social es crear líneas de trabajo comunes que supongan proyectos sólidos que puedan ser presentados a la Unión Europea para conseguir fondos del programa Europa 2020 que, entre otras cosas, contempla la innovación social como estrategia de crecimiento, sostenibilidad e inclusión. “Para fin de año esperamos tener tres o cuatro líneas de trabajo”, ha avanzado Castillo. El próximo miércoles se desarrollará la primera reunión de trabajo del grupo motor y a las 19.00 se ofrecerán dos charlas abiertas en la sede de Córdoba Social Lab a cargo de Paco Pérez Valencia, director de la Universidad Emocional y Ana Bella Estévez, de la Fundación Ana Bella.
0