Bienvenidos a casa: seis meses de misión lejos de Córdoba en el recuerdo
La espera se ha hecho larga después de seis meses y no era para menos, en este año 2020 en el que el coronavirus ha vuelto del revés la vida de todos. Pero, al fin, los militares de Cerro Muriano que partieron a comienzos de año en misión especial de la OTAN hasta Letonia, han vuelto a casa. Impacientes, sus familiares han esperado hasta poder recibirlos a su llegada a la estación de autobuses en la noche de este viernes al sábado. Juntos, por fin, las vivencias en el país letón en estos meses donde sus familias han vivido el confinamiento y la pandemia del coronavirus en casa, quedan ahora en el recuerdo.
Los militares pertenecen a la primera rotación del contingente eFP VI (Enhanced Forward Presence), que han estado desplegados en Letonia bajo bandera de la OTAN y habían llegado este viernes al aeropuerto de Sevilla, tras cumplir seis meses de misión en la base de Adazi, como parte del contingente español, que está integrado principalmente por personal de la Brigada Guzmán el Bueno X, con base en Cerro Muriano.
Recibidos primero en Sevilla por el general jefe de la Brigada cordobesa, Ignacio Olazábal, se trata de los primeros efectivos que retornan del citado contingente español desplazado a Letonia, y del que forman parte algo más de 300 hombres y mujeres, de los que 250 pertenecen a la BRI X. En los próximos días regresará el resto del contingente, tras ser relevado por la Brigada 'Guadarrama' XII, con sede en Madrid.
La participación española en la citada misión de la OTAN, que se desarrolla en los países bálticos, muestra el firme compromiso de España con sus aliados y la decidida contribución de España a la Alianza del Atlántico Norte, participando en la mencionada eFP, como medida de disuasión y defensa.
Esta participación, que se basa en medios cadena, con una gran movilidad, protección y potencia de fuego, sigue los criterios marcados por el Cuartel General Supremo Aliado en Europa (Shape), al considerar que las unidades mecanizadas y acorazadas con una fuerte capacidad contra-carro son las más adecuadas e idóneas para integrarse en ella.
Las unidades mecanizadas y acorazadas que aporta el Ejército de Tierra español a la eFP, tales como el carro de combate Leopardo 2E, el VCI Pizarro, el TOA M-113, el misil Spike y el vehículo todo terreno Uro Vamtac, están dotadas de capacidades que se encuentran en la vanguardia tecnológica, y constituyen el elemento resolutivo de la eFP para hacer frente a una potencial amenaza, basada principalmente en medios y capacidades similares.
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