Balance de una Semana Santa con sus virtudes y defectos
Terminada la Semana Santa, es tiempo de mirar con perspectiva, reflexionar, sacar conclusiones y hacer valoraciones de lo que las hermandades han ofrecido y mostrado, de lo bueno y de lo mejorable, de los defectos y las virtudes que ha tenido la Pasión cordobesa este 2018. Para ello, y más allá de las versiones oficiales, EL CIRINEO ha recabado la opinión de dos veteranos y experimentados cofrades como son Fernando Morillo-Velarde, entre otras cosas fundador del Císter, y Antonio Varo, cofrade la Misericordia y experto comunicador desde hace décadas, junto a la de una de las protagonistas de la Cuaresma, la pregonera de la Semana Santa, María José Sánchez. Los tres hablan de lo que han visto en las calles de la ciudad y de la impresión que les ha causado.
El balance general de Morillo-Velarde es que la Semana Santa se encuentra “en una línea estable dentro de que se han hecho mejoras”. Para Varo la de 2018 ha sido una Pasión “mejor que la del año pasado, más fluida, más tranquila y más cómoda”, mientras que Sánchez habla de una semana “magnífica que se ha desarrollado en términos generales sin incidentes y muy segura” por lo que su balance es “en general positivo”. Además, la pregonera de la Semana Santa considera que la carrera oficial “se ha consolidado por si alguien tenía alguna duda” de que el itinerario común “tiene que estar donde está”.
Y es que éste es un tema que sigue estando de actualidad pese a ser ya el segundo año que el recorrido oficial llega hasta la Catedral y las calles adyacentes. El cambio que se produjo en 2017 ha contado este año con algunas modificaciones aunque la ciudad no se ha terminado de acostumbrar del todo. En este sentido, Fernando Morillo-Velarde indica que “no deja de ser un tema polémico que supongo que irá mejorándose y las cofradías irán acostumbrándose, siempre es un pequeño choque” en lo técnico y logístico. Opina que “el cruce de Cardenal González y la calle de la Feria sigue siendo problemático pero con el paso del tiempo se irá perfeccionando”.
Las características del entorno han hecho que se hayan colocado vallas en toda la carrera oficial que no permitían ver el paso de las procesiones si no se estaba en una silla o palco. “Ha habido protestas pero se trata de que la gente no se pare en esos lugares y circule”, explica Morillo-Velarde, y así ha sido por cuestiones de seguridad. “Son cosas a las que hay que acostumbrarse y por obligación nos tendremos que ir haciendo a ese nuevo ambiente”, señala este experto cofrade, quien también anima a las cofradías a las que no les gusta el paso por la Ronda de Isasa a “aclimatarse” a ello aunque sea un lugar “un poco desangelado” que, no obstante, “tiene cosas buenas porque hay mucho espacio para ver cofradías con mayor perspectiva”, opina.
Sobre este asunto, Antonio Varo argumenta que la adaptación a la nueva carrera oficial es un “proceso lento” y que “cuando la gente tenga metido en el ADN que la carrera oficial es en la Catedral habrán pasado 40 años”. No obstante, él ha visto “algo mejor la organización, con menos jaleos que el año pasado, no ha funcionado bien del todo pero ha estado mejor”. Por otra parte, “parece que la gente se ha enterado de que en el Patio de los Naranjos se pueden ver las procesiones” aunque Varo cree que ahora hay sitios por los que pasan muchas cofradías algunos días como el entorno de San Pedro el Domingo de Ramos que son casi como una carrera oficial.
Los estrenos también son valorados positivamente en general por Antonio Varo. “Me ha gustado muchísimo el palio de la Trinidad. La Virgen puede hacerse con el Martes Santo. Y me ha gustado mucho el frontal de la Agonía pero no la manera de llevar el palio donde yo lo vi en la calle de la Feria”, detalla. El estreno que para Varo ha desentonado en la línea de su cofradía es el Senatus de las Angustias. Por su parte, María José Sánchez hace especial hincapié en las novedades que ha habido este año, en el “gran valor patrimonial de las hermandades de Córdoba” y sobre todo se refiere como algo “importante” a la primera salida por la carrera oficial de la Virgen de la Salud.
Para Fernando Morillo-Velarde, el estreno de los apóstoles durmientes del Huerto o de tres bambalinas frontales (las de las Vírgenes de la Trinidad, la Salud y la Alegría) “es un paso adelante en enriquecimiento patrimonial. Poquito a poco se va mejorando y el nivel siempre sube”. En líneas generales le han gustado los nuevos palios, “aunque de la bambalina de la Salud no me acaba de encajar la parte perimetral donde va el fleco de bellota”, y respecto a la bambalina de la Virgen de la Alegría dice que “está correcta pero la pena es que no pueda ser más grande condicionada por la puerta de la iglesia”. En cuanto a la de la Trinidad, “de lo que ha hecho Rafael de Rueda no es de lo que más me gusta y lo que no me gusta es el respiradero, no lo veo acorde”, expone este reconocido cofrade que habla de las nuevas medidas del paso de palio de la Virgen del Mayor Dolor como “uno de los estrenos más importantes de la Semana Santa porque ha mejorado la proporción y la elegancia aunque siga siendo liso. Se notará más cuando el palio esté bordado”.
Los cortejos también son objeto del análisis de estos tres cofrades. Para Fernando Morillo-Velarde “parece que ha habido un aumento de nazarenos a nivel general o al menos se han mantenido, y se está cuidando más la presentación en la calle del cortejo aunque quien sale bajo el hábito es gente muy joven y muchos niños y no hay mucho arraigo. Las personas mayores no son mayoría en los cortejos”. El cofrade de la Misericordia, por su parte, asegura que en los cortejos “no puedo decir que haya visto alguna cosa que no me ha gustado, salvo la nazarena con tacones del Descendimiento por ejemplo”, mientras que la pregonera habla de “puestas en escena de determinadas cofradías muy buenas, aunque creo que los guiones se pueden mejorar y unificar, soy muy de defender el andar adecuadamente, no deprisa, en beneficio de los nazarenos, hay que hacer unos cortejos ágiles y visualmente atractivos sin dejar excesivos huecos”.
Respecto al público, a la ciudadanía, que asiste a las procesiones, los más optimistas o benevolentes son Fernando Morillo-Velarde y María José Sánchez. A juicio de la presentadora de los Informativos provinciales de Canal Sur, “el comportamiento del pueblo ha sido correcto, con mucha gente en la calle, y se han tomado medidas en la carrera oficial que han favorecido el tránsito de personas por el entorno”. Eso sí, pide a quien vaya a ver una procesión y esté inmerso en el paso de una cofradía que “comprenda y sea respetuoso con lo que está pasando y no ocurre nada por esperar unos minutos a que pase una cofradía o una banda”. Por su parte, Morillo-Velarde indica que “el público lo veo bien aunque ha habido algunos problemas de seguridad”. Y es que el Martes Santo un músico de la Esperanza sufrió una agresión por parte de una mujer que pasó por medio de la formación arrollando con un carrito a los miembros de la banda.
Sobre lo anterior, este experimentado cofrade asegura que “la gente no está acostumbrada a situaciones como las que se dan en Cardenal González de bulla obligada, lo mismo que ha pasado este año puede pasar otros, los comportamientos de la gente son muy pasionales, nos puede servir de aviso para intentar tener más control aunque es difícil averiguar cuándo se van a producir los comportamientos incorrectos de las personas”.
El más crítico con el público es Antonio Varo. “No tiene ni idea. La gente no sabe cómo hay que ver una procesión. Me siguen doliendo los aplausos sistemáticos. Es aberrante aplaudir cuando se levanta un paso. La gente en Córdoba usa la expresión `Vamos a ver pasos’, no se para a saborear el cortejo. No tiene cultura ni saber estar en general”, indica este veterano cofrade, que da al público un “suspenso por no saber ver o no querer saber ver”.
La pregonera de este 2018 cree que “la evolución de la Semana Santa es positiva, porque creo que tenemos que creernos la Semana Santa que tenemos. Este año me he fijado en detalles y he vivido momentos y perspectivas diferentes y me han permitido descubrir otra Semana Santa. Tenemos un patrimonio y valor humano envidiable en la calle, con una evolución constante de las cofradías”. Para ella, ha habido mucho bueno este año, y lo peor cree que ha sido el tiempo y que se hayan quedado sin salir por culpa de la meteorología la Entrada Triunfal y los Dolores.
Antonio Varo y Fernando Morillo-Velarde alargan más la lista de las cosas a mejorar de la Semana Mayor cordobesa. El primero cree como aspectos negativos de la Semana Santa que haya cofradías que no salgan y se recojan en sus sedes canónicas o “el estancamiento crónico de algunas hermandades”, la incorporación a las bandas de cornetas y tambores de instrumentos propios de otro tipo de formaciones musicales, que los nazarenos estén empezando a dar más que estampitas como broches tipo pin y que se le echen petaladas a Crucificados y misterios, lo cual le parece “una catetada terrible”. Además, asegura que vio con tristeza a la hermandad de las Angustias el Jueves Santo, una corporación de la que dice que no sabe “dónde va a ir”.
Fernando Morillo cree que en las candelerías “hay una tendencia muy conservadora, se mantienen las mismas líneas, nadie arriesga nada más, todo el mundo repite, hay falta de intentar mejorar y falta de trabajo, también para no meter la pata”. Asimismo cree negativo que los polleros “estén estancados” y no haya mejora. Sobre esto, opina que “no hay capacidad de riesgo, de apostar por hacer cosas nuevas o intentar mejorar lo existente, pero eso forma parte del devenir normal de las cofradías que cuesta mucho trabajo que hagan cosas nuevas o en una línea diferente a la actual”.
En el lado opuesto, a Morillo-Velarde le ha llamado mucho la atención la cera rizada en la Virgen de la Salud inspirada en las antiguas velas de este tipo. No obstante, indica que lo que se ha hecho “es un punto de partida para mejorarlo, una base inicial, porque en realidad no son como las antiguas, pero sirve para huir del estándar que hay que es muy monótono, en la cera rizada se debe buscar una cierta originalidad y diferenciar unas de otras. Las formas siguen siendo cilíndricas y las formas globales que tenía el cirio rizado antiguamente no eran solo cilíndricas tenían más variedad de contorno geométrico”. Una idea que lanza para el palio de la Salud, de corte renacentista, es que apueste por un diseño de flor de cera de ese estilo, algo que “le vendría muy bien aunque eso exige trabajo y hablar con el artesano y hacer pruebas”.
En lo que respecta a Antonio Varo, ha disfrutado “enormemente” con hermandades como la Sentencia, de la que le gusta su andar y comportamiento en la calle, que califica de “una maravilla” y elegante “sin además dárselas de nada, da gusto ver a esa cofradía”, como también le gusta en cuanto a andar de los pasos y organización la Expiración. También destaca como muy buenos estéticamente los momentos vividos con la Estrella por los Jardines de Agricultura con “el sabor de hermandad de barrio y por el ambiente que sabe crear”, así como la Virgen de la Concepción por San Pedro de vuelta a su templo y el Amarrado a la Columna por Lineros.
Por último, Varo se refiere también a la necesidad de ser fiel en el estilo de llevar la flor de los pasos y critica que en algunos tocados de imágenes de la Virgen “la protagonista no es la imagen sino el vestidor. La vista se tiene que ir a la cara de la Virgen, no a lo que hay alrededor”.
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