El alguacil cordobés que se embarcó con Magallanes

Hace ahora justo cinco siglos, un cordobés se embarcó como alguacil en la que iba a ser, sin saberlo, una de las grandes expediciones de la humanidad: la primera vez que alguien le diera la vuelta al mundo. Era un alguacil del que casi nada se sabe. Su nombre, Alberto. Su cargo, alguacil menor. Y que lamentablemente no fue uno de los escasos supervivientes a la que sin lugar a dudas es uno de las grandes aventuras marítimas de todos los tiempos.

Alberto, de Córdoba, se embarcó en la Trinidad, la nave capitana que dirigía el propio Magallanes. Su cargo era el de alguacil menor, una especie de policía dentro de la nao. Junto a él, 61 hombres más. En total, la expedición estaba compuesta por cinco barcos repletos de 239 hombres de los que volvieron a España 18. Alberto, el alguacil de Córdoba, no lo consiguió. Pero estuvo cerca.

El viaje de Magallanes, primero, y Elcano, después, es épico. Y tormentoso. Se enfrentaron a motines, a batallas con nativos, al hambre, a las enfermedades y al azar. Y aún así lograron un hito: ser los primeros hombres de la humanidad en darle la vuelta al mundo.

Alberto siempre navegó en la Trinidad, la nao capitana. A bordo, asistiría a los ajusticiamientos ordenados por el propio Magallanes por las numerosas rebeliones que se llevaron a cabo. E incluso al abandono en lo que hoy es Argentina de parte de la tripulación. Cruzó el estrecho de Magallanes y navegó por el Pacífico. Incluso sobrevivió a Magallanes, que murió en batalla en Cebú, en una lucha contra una tribu nativa, antes de llegar a su objetivos, las Molucas, pero después de ser el primer europeo en descubrir las Filipinas.

El alguacil cordobés incluso llegó a las Molucas, a bordo de la Trinidad. Y allí cargaron el barco de especias, lo que habían ido a buscar. Con Elcano al mando de la nao Victoria se decidió volver a España. Pero la Trinidad presentaba una enorme grieta y necesitaba de reparación. Entonces, se decidió que la Trinidad volvería hasta Panamá y la Victoria continuaría el sueño de Magallanes: dar la vuelta al globo.

Y fue ahí cuando el alguacil cordobés perdió la vida. El 29 de agosto de 1522 (tres años después de iniciar la aventura) perdió la vida. Apenas unos días después, Elcano volvía a Sanlúcar de Barramada. Mientras, la Trinidad se volvía a hacer a la mar, se encontró con una tormenta y sus ocupantes fueron rescatados y hechos prisioneros por un barco portugués que se hallaba cerca. Ahí se le pierde la pista al alguacil cordobés. Parece que murió durante la tormenta, pero no está claro. Lo único que se sabe es que estuvo apunto de ser uno de los supervivientes que le dio la vuelta al mundo. Se quedó cerca.