Airbnb tendrá que identificar ante Hacienda a los 655 propietarios de alojamientos turísticos
En Córdoba hay 655 personas que alquilan pisos o habitaciones a los turistas que visitan la ciudad, según los datos que maneja Airbnb, portal que sirve para que estos propietarios anuncien sus ofertas. Esta plataforma, una de las más importantes junto a HomeAway, Wimdu o Niumba, tendrá que identificar ante Hacienda como caseros a los dueños de viviendas con los que trabaja. Así aparece en el el último decreto que el Ministerio dirigido por Cristóbal Montoro está perfilando.
La idea es que se detalle con mayor precisión que hasta ahora la actividad económica de estos propietarios. La medida, integrada en el Reglamento General de las actuaciones y los procedimientos de gestión e inspección tributaria, busca vigilar más de cerca un sector sobre el que empieza a centrarse debido a su enorme auge.
Una vez se apruebe el decreto, tendrán la consideración de intermediarios las personas o entidades que constituidas como plataformas colaborativas intermedien en la cesión de uso de las viviendas con fines turísticos. De esta forma, las personas y entidades que intermedien entre propietarios y usuarios deberán “presentar periódicamente una declaración informativa” sobre bienes inmuebles de uso turístico, cualquiera que sea el canal a través del cual se comercialice o promocione.
El interés de Hacienda no es casual. Solo en Córdoba se ha producido un incremento del 140% en el número de alojamientos registrados por Airbnb desde 2011 hasta fijarse en los 1.248 suscritos actualmente al servicio. Según los datos de Airbnb, el precio medio de los alojamientos es de 66 euros al día, con una ocupación regular del 35% y unos ingresos medios de 600 euros mensuales por cada uno. De todas formas, la actividad es muy estacional. El 65% de la oferta solo se pone a disposición de los turistas dos o tres veces al año, mientras que es solo el 12% el que mantiene su actividad todo el año.
El estudio de Airbnb también tiene una interesante lectura geográfica. El grueso de la oferta, como cabía esperar, se concentra en el amplio casco histórico de Córdoba, si bien llama la atención cómo se ha ido implantando en la zona sur de la ciudad y la fuerte expansión por las dos Axerquías.
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