Y ahora, ¿por dónde se entra al Ayuntamiento?
La obra de Capitulares arranca con una 'fortificación' total del Consistorio, al que solo es posible acceder por un estrecho lugar desde Alfonso XIII | De momento, poco caos de tráfico a la espera de que llegue septiembre
Y ahora, ¿por dónde se entra al Ayuntamiento? Esta era la pregunta que más se hacían los ciudadanos despistados que, sin querer, se metían dentro de un entramado de vallas que se estaba instalando en la calle Capitulares. El caos del primer día de las obras de la calle no ha estado en el tráfico, muy reducido en estos días de agosto, sino entre los peatones.
El acceso al Ayuntamiento se limita a un pasillo muy estrecho al que se entra solo por un lugar: la esquina del Consistorio con Alfonso XIII. Ya está. Allí, el peatón solo puede llegar desde la calle Alfaros o desde Alfonso XIII. Si viene de la Corredera o bien sube a Claudio Marcelo dando un rodeo o bien sube desde San Pablo y busca Alfaros dando otro rodeo. El resto es como si el Ayuntamiento estuviera fortificado. De hecho, una valla que de momento es transparente pero que se cubrirá con una lona verde, separa al edificio de una calle en la que ya este martes entrarán las máquinas con la piqueta.
Por la calle Capitulares se puede andar, pero por la acera de enfrente al Ayuntamiento, donde el vallado ha dejado también un estrecho pasillo que no acababa de convencer a los comerciantes. Esta misma mañana, muchos se quejaban al teniente de alcalde Pedro García, que ha sido el que ha presentado el inicio de los trabajos y del plan de movilidad.
En cuanto al tráfico, han sido pocos los conductores despistados. También el tránsito ha sido muy escaso. De hecho, la gran novedad del plan de movilidad que es la calle San Fernando, que cambia de sentido, ha tenido pocos problemas. De hecho, han sido pocos los conductores que han usado este atajo, que es un acceso para la zona de la Corredera.
Extraño era también volver a ver coches por la calle Cruz Conde, aunque fuera por un pequeño tramo, justo en la esquina por la plaza de las Tendillas. De hecho, muchos peatones se sorprendían e insistían a los conductores que aquello era una calle sin tráfico, que se estaban equivocando. Raro era también no ver terrazas en la calle María Cristina y sí algunos coches que cruzaban desde Claudio Marcelo buscando la salida.
Algún pequeño problema ha habido también en la calle Alfaros, en la entrada y la salida de las cocheras del hotel. En ese punto, la calle es de doble sentido y si coincidían coches al entrar y al salir tenía que haber uno que diera marcha atrás. Normalmente el que retrocedía era el que salía. Y también, como ocurre siempre, problemas con los coches de alquiler de algunos turistas y los GPS, que indicaban que por allí se podía pasar. Y no, no se podía.
En Capitulares, algunos vecinos se quejaban de la falta de autobuses, que casi han abandonado el casco histórico mientras duren las obras de la calle.
Un gran dispositivo de la Policía Local ha funcionado desde primera hora, antes incluso de que se pusieran las vallas en Capitulares. Además, el área de Movilidad ha ido informando puntualmente a través de sus redes sociales del progresivo corte de tráfico. No obstante, los problemas llegarán en septiembre, con la vuelta de las vacaciones y el regreso al colegio.
“Esto es como un dèjá vu”, explicaba el teniente de alcalde Pedro García, que recordaba cómo fue el primer día que se cortó totalmente al tráfico la calle Cruz Conde para unas obras de peatonalización que se iniciaron hace cinco años. “Queremos pedir paciencia a los vecinos en estos primeros días”, reclamaba García, que valoraba que los trabajos se van a desarrollar “para molestar lo menos posible”.
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