La acusada de asesinar a su pareja en La Fuenseca dice que actuó “en defensa propia”
La mujer de unos 50 años acusada de un delito de asesinato con la agravante de parentesco, supuestamente cometido sobre su pareja en una casa de la Plaza de la Fuenseca de Córdoba a mediados de 2016, aunque su cadáver no se localizó hasta febrero de 2017 tras ocultarlo bajo unos escombros en la vivienda, ha declarado este martes que actuó “en defensa propia” tras una discusión con la víctima por “una tostada quemada” y después de pasar “una vida de cautiverio y violaciones” con el hombre.
Así lo ha manifestado la procesada en el juicio con jurado que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, donde ha aclarado que mantenía con él “una relación de conveniencia” y no sentimental y ha relatado que en el momento de los hechos se tuvo que “defender” de él, porque le quiso “agredir”.
En concreto, ha detallado que el día de autos el varón la tenía “amarrada a la cama, como muchas otras veces”, y presuntamente la violó, algo que ya hizo en otras ocasiones, según su relato, en el que ha puntualizado que anteriormente había conseguido escaparse de la habitación y en este caso le pidió que la soltara para hacerle el desayuno, a lo que accedió él.
Si bien, al escuchar que ella estaba raspando la tostada “por estar quemada”, al llegar delante de él supuestamente el varón se la restregó por la cara y le tiró el café que llevaba, momento en el que ella cogió un cuchillo, se quedó quieta ante él, “como para amenazarlo”, y le dijo que ya no le pegaría más, según sus palabras.
Ante ello, el hombre se abalanzó sobre ella con el cuchillo de la tostada increpándole que le amenazara. Ella le clavó el cuchillo en unas dos ocasiones “sin querer”, según ha dicho, para apostillar que “todo pasó en décimas de segundo” en los que perdió “los nervios” y que aún no se cree lo ocurrido. “Pensé que me iba a matar”, ha subrayado, agregando que él “no paraba de hacer aspavientos con el cuchillo” con el que le hirió, pero se curó ella sin acudir al médico.
En este sentido, ha expresado que tras caer él al suelo ella se fue a “pedir auxilio” por una ventana, porque la puerta estaba cerrada con cadenas, pero “nadie” la escuchó, según ha aseverado, a la vez que ha señalado que lió el cuerpo en una manta porque “todavía estaba vivo” y lo intentó reanimar. Posteriormente, se escapó por una ventana y estuvo “vagando por ahí” antes de regresar de nuevo a la casa. En ese transcurso de tiempo no pidió más ayuda porque “tenía mucho miedo”, según ha mantenido.
Tras ello, se marchó a Santander, pero regresó para que la detuvieran porque “tenía conciencia” de los hechos, así como “miedo” a estar detenida y en prisión, según ha explicado la mujer, quien ha comentado que le dijo a la Policía en qué parte de la casa estaba el cadáver y le entregó el cuchillo con el que se cometieron los hechos. En esas fechas, ella consumía 'Trankimazin', además de estar afectada por “la heroína, cocaína y el alcohol”. El varón también era consumidor de drogas, según ha puntualizado la acusada.
Asimismo, la mujer ha relatado episodios en los que presuntamente él la perseguía y la Policía lo detuvo, que lo denunció tres veces por “maltrato” y “violaciones” y él a ella por “una agresión y que él le pidió a ella que le quitaran una orden de alejamiento, porque si no sufriría ”una paliza“. Su abogado pide la absolución.
“Elementos suficientes”
Por su parte, el fiscal del caso ha aseverado que, según los datos y pruebas de la investigación, el varón murió por “una agresión” de la procesada, que se produjo “en el ámbito de relación sentimental”, a lo que ha añadido que hay “elementos suficientes” para corroborar que la acusada es “la autora de los hechos”, subrayando que dio muerte “de forma voluntaria” a su pareja.
Mientras tanto, la acusación, que ha pedido una pena de 25 años de prisión por un delito de asesinato y dos años de cárcel por un delito contra la integridad moral, ha defendido que en el juicio se va a “intentar demostrar la culpabilidad” de la procesada.
La Fiscalía ha solicitado 21 años de prisión para la mujer, que mantenía una relación de pareja con el fallecido desde aproximadamente el año 2013 y en el año 2016 convivían en un inmueble cedido por un amigo de la víctima, según recoge la calificación inicial, a la que ha tenido acceso Europa Press.
Así, en dicho escrito se relata que los hechos ocurrieron en fecha no concreta entre los días 7 y 18 de octubre de 2016, cuando la procesada, por causas que se desconocen, mantuvo un enfrentamiento con su pareja.
Tras ello, se acostó en la cama que ambos compartían y aprovechando que estaba dormido, “con la voluntad de darle muerte”, cogió un cuchillo de 19 centímetros de hoja, con el que asestó varias puñaladas en el abdomen y el tórax, “de manera sorpresiva e impidiendo que reaccionara” la víctima causándole seis heridas punzantes, que le provocaron la muerte.
Posteriormente, la acusada envolvió el cuerpo en un edredón, lo bajó hasta la planta inferior, lo abandonó en una habitación con el techo derrumbado y ocultó el cadáver “bajo unos escombros que arrojó para cubrirlo”, según el fiscal.
El día 3 de febrero de 2017, cuatro meses después, el cadáver, “en avanzado estado de descomposición dado el tiempo transcurrido”, fue descubierto por una dotación policial que investigaba el paradero de este hombre desde que su madre denunció su desaparición el 28 de enero de 2017. En el momento del fallecimiento, el varón tenía madre y tres hijos menores de edad, fruto de una relación anterior de pareja.
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