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El aceite de oliva deja de ser el oro líquido y pierde la mitad de su valor en solo dos años

Protesta de olivareros en el Bulevar | ÁLEX GALLEGOS

Alfonso Alba

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“Esta situación de precios no obedece a razones de mercado, ya que se trata de un sector en el que la demanda crece por encima de la oferta, sino a maniobras especulativas que buscan ganar cuota hundiendo los precios en origen”. Las organizaciones agrarias COAG y UPA han firmado, de manera conjunta, esta afirmación tras convocar para el próximo 10 de octubre una gran manifestación en Madrid ante la situación que vive el sector.

En la provincia de Córdoba, el aceite de oliva ha pasado de ser el famoso oro líquido a un producto agrario de escasa rentabilidad, donde incluso se cultiva, en algunos puntos, por debajo de los costes de producción. En solo dos años, el aceite de oliva ha pasado de estar a un precio cuatro euros el kilo en la provincia de Córdoba a costar 2,16 euros el kilo. El producto, siendo el mismo y con una producción similar, ha perdido la mitad de su valor en solo dos cosechas. Y la tendencia apunta a que la situación va a seguir igual en una campaña que, encima, apunta a ser más corta en cantidades de producción que la anterior. No así en calidad.

La Asociación de Municipios del Olivo (Aemo) elaboró en el año 2012 un estudio sobre los costes del cultivo del olivo. Entonces calculó que para que a un agricultor le saliera rentable el cultivo debía vender el kilo de aceite de oliva por encima de 2,73 euros. A día de hoy, el precio medio que percibe un agricultor cordobés está en 2,16 euros por kilo de aceite de oliva, 57 céntimos por debajo del umbral de la rentabilidad. Es decir, los olivareros cordobeses venden su producto perdiendo dinero.

Fuentes del sector aseguran que estos precios solo pueden ser soportados por las grandes superficies de olivar intensivo, con unos costes de producción mucho más bajos y una automatización mucho mayor a la hora del tratamiento del olivo y la recogida del fruto. Y los pequeños y medianos agricultores advierten que de seguir esta crisis de precios muchos olivareros pueden empezar a pensar en abandonar la cosecha, máximo en una campaña como la actual, donde la sequía va a azotar de manera notable a la producción final.

La tercera manifestación

Por ello, las organizaciones agrarias COAG y UPA han convocado una manifestación el próximo 10 de octubre en Madrid para denunciar la “crítica situación” del sector productor olivarero “por las pérdidas que soportan, ante los bajos precios en origen”. En un comunicado conjunto, las organizaciones han insistido en que esta crisis de precios “no obedece a razones objetivas de mercado, sino a maniobras especulativas que buscan ganar cuota hundiendo las cotizaciones en el campo”.

Según sus cálculos, esta situación afecta a más de 250.000 familiares de los olivareros y para luchar contra ella reclaman medidas que “reactiven los bajos precios en origen y garanticen un futuro digno para las explotaciones de olivar tradicional”.

De acuerdo a los datos de ambas organizaciones profesionales agrarias, a pesar de que España es la principal productor de aceite de oliva el mundo “cuenta con los precios en origen más bajos de toda la Unión Europea (UE)”, incluso por debajo de costes.

En este sentido, han recordado que el coste medio ponderado de producción de aceite de oliva en España, según el Consejo Oleícola Internacional, se estableció ya en 2015 en 2,75 euros/kg de aceite de media). Citando datos de la Consejería de Agricultura de Andalucía, la campaña se inició en 2018 con una media de 3,53 euros/kilo, lo que suponía ya una bajada del 26%.

A lo largo de 2019 ha continuado la tendencia bajista, y ha llegado en la primera semana de junio, según la misma fuente, a una media de 1,99 euros por kilo, un 44 % menos, “en un contexto internacional de menor producción, principalmente en los países extracomunitarios”.

Por otra parte, ambas organizaciones han considerado que la falta de medios materiales y humanos “impide llevar a cabo los controles en materia de trazabilidad, que permitan garantizar la calidad y la pureza, impidan prácticas fraudulentas relacionadas con las mezclas de aceite y certifiquen que el etiquetado ofrece una información completa y rigurosa”.

Además, aseguran que existen “prácticas comerciales desleales de las cadenas de distribución, que utilizan el aceite de oliva como producto reclamo, tirando por tierra la imagen de un producto de excelencia y contribuyendo a la tendencia a la baja de los precios”.

En el comunicado han remarcado los 2,6 millones de hectáreas que se dedican en España al cultivo del olivar, en 400.000 explotaciones que generan 50 millones de jornales por campaña y 15.000 empleos en la industria.

https://cordopolis.es/2019/02/11/los-olivareros-italianos-venden-su-aceite-a-un-precio-casi-tres-veces-mas-alto-que-el-de-los-espanoles/

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