Absuelto del robo de cuatro corderos y agresión al dueño

El Juzgado de lo Penal número 2 ha absuelto a un hombre, J.A.V.O., de 25 años, del robo de cuatro corderos y de la agresión al dueño de los mismos, al no haberse acreditado suficientemente ante el tribunal que estos hechos se produjeran.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso este medio, “los hechos no han quedado acreditados”, en referencia al robo de los cuatro corderos y a la agresión. El juez señala que “existen serias dudas” sobre los hechos denunciados, por lo que en virtud del principio in dubio pro reo procede el dictado de una sentencia absolutoria para el acusado.

“El acusado ha negado los hechos, si bien admite que se acercó a la finca. Niega que hubiera forzado nada y menos aún que se subiera al tejado, ya que con sus 150 kilos de peso le resulta imposible”, recoge el fallo sobre el acusado, defendido por el letrado Marcos Santiago.

El joven recuerda que el dueño de los corderos “comenzó a increparle” y “a insultarle”. Además, dice, este “estaba bastante bebido”. El cabrero denunciante le preguntó “que qué hacía allí llevándome corderos, cosa que no es cierta” y recuerda que “la finca estaba completamente abierta, de modo que no tuvo que forzar nada” para entrar.

Por su parte, el denunciante declaró que el acusado le pegó una paliza hasta dejarlo casi inconsciente. “Lo conocía de verlo por allí en otras ocasiones” y declaró que “ese día se dio cuenta de que estaban robando” el acusado junto a otras personas.

Sin embargo, el juez señala que “llama la atención que la denuncia se presenta dos días después de que supuestamente se produjera el robo”. Además, en dicha denuncia se relata una supuesta agresión como “una paliza que lo deja inconsciente, la cual en modo alguno se corresponde con las apreciadas en el centro médico, cuyo parte médico unicamente recoge dolor a la palpación” en el denunciante.

El juez tampoco ve que la instrucción de las diligencias por parte de la Policía Local aporte ni esclarezca los hechos, “más allá de recoger las declaraciones de los denunciantes sin tan siquiera personarse en el lugar de los hechos”. “Junto a ello, tampoco se acredita la preexistencia de los animales”.