Las galletas María
He de reconocer que tienen un bonito nombre para ser un producto que se encuentra incluido en la “bollería industrial”. Se trata de un alimento procesado cuyos mayores ingredientes son: harina refinada, azúcar y aceites vegetales. En resumidas cuentas, una porquería para el organismo.
Me hierve la sangre, y lo digo literalmente, cuando veo que en la mayoría de los cochecitos de bebé, dentro de esas bolsas tan grandes llenas de pañales, biberones, toallitas, mudas y demás cachivaches, queda un sitio para una bolsita de galletas, que son utilizadas por progenitores para dárselas a sus hijos a modo de premio o simplemente porque el crío no ha querido comer y... ¡Claro! Ante tal disgusto hay que alimentarlo. Déjenme decir que si su hijo no tiene hambre no hay que obligarlo a comer, ya que los niños rechazan la comida cuando están saciados.
De todas formas, hasta ahí lo puedo medio entender. Pero lo que no entiendo, no comparto y es de juzgado de guardia es que los pediatras sean los que recomienden dar galletas a los bebés y se queden tan panchos. Cuando me piden asesoramiento sobre nutrición infantil, y veo que es habitual que se incluya en su alimentación este tipo de producto, les argumento: ¿Por qué no le damos un poquito de fruta? Y a veces contestan y contraatacan: “Es que me ha dicho el pediatra que le puedo hacer papilla de fruta con galletas maría o dárselas enteras para que se las vaya comiendo solo y así también se acostumbra a la textura”.
Ante esta recomendación no me queda más remedio que callar o responder con sumo cuidado que los médicos tienen una gran labor, pero que los nutricionistas tenemos otra y que lo ideal, y espero que algún día se haga este sueño realidad, es que trabajemos juntos. Así que... En resumen, como no puedo lidiar en esa plaza, les intento explicar las consecuencias que tienen las galletitas sobre los órganos de sus hijos y les recomiendo que les den trocitos de fruta a modo de tentempié.
Por desgracia, tampoco es de extrañar ver en algunas dietas de hace mil años que en el desayuno o merienda existe la opción de galletas con mermelada baja en calorías. Desde mi punto de vista deberían estar fuera de la pirámide alimentaria, porque ésta se define com la “pirámide de la alimentación saludable” y, por tanto, saludables no lo son. Y tampoco lo son la bollería industrial, cereales refinados, el azúcar y el alcohol. Coman más fruta y verdura y enseñen a sus hijos desde pequeñitos. Es cuestión de ir acostumbrando el paladar.
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