¿Volverán los bancos a ser bancos?
De las 56 entidades bancarias que llegaron a operar en nuestro país hasta hace unos años, hoy sólo quedan 11 y muy pronto quizás sólo queden 5 bancos. Ya no nos sorprende que la banca siga cerrando oficinas y reduzca su plantilla, incluso hay pueblos en los que ya no existe una oficina bancaria en la que poder ingresar o sacar dinero.
Hemos vivido la transformación de la relación del cliente con su banco de toda la vida. De un trato muy personal hemos pasado a un trato no tan “personal”. La base del negocio bancario se basaba en la confianza del cliente con su banco, confianza que se ha ido perdiendo por los diferentes abusos que hemos ido descubriendo a raíz de la crisis que nos invadió un día de repente.
El sector bancario sigue su adaptación a la era de las nuevas tecnologías, dirigiendo su negocio al mundo digital y a la banca on line. Este cambio se traduce en menos costes fijos que contribuyen a generar más beneficio, con cierre de oficinas y menor número de profesionales, en un servicio menos cercano a un cliente que se encuentra ante algunas entidades como un extraño.
Captar dinero a un mínimo precio para prestarlo a un precio mayor era su negocio tradicional, pero hoy se capta dinero a un menor coste por otras vías en un mercado donde se penalizan los depósitos y se concede menor número de financiaciones.
Las entidades bancarias hoy consiguen su beneficio vía comisiones, comisiones en la comercialización de fondos de inversión, seguros diversos y en la moda de vender productos no financieros como puedan ser televisores, alarmas u ordenadores portátiles para nuestros hijos financiados al 0%.
Con la digitalización y la utilización del big data las entidades obtienen información sobre el comportamiento y hábitos de sus clientes. Es esta información almacenada en sus bases de datos la que decidirá si nos conceden un préstamo para comprar un coche o no.
¿Quién no ha recibido un email en la que se le comunicaba que tenía un préstamo pre-concedido en su entidad bancaria?
Este nuevo escenario nos llevará a una nueva relación cliente–banco en la que apenas el cliente pisará la oficina bancaria, realizará toda su operatoria por un dispositivo conectado a internet (ordenador, tablet o teléfono móvil) y si necesita pagar utilizará el móvil como medio de pago.
Con la entrada en vigor de MIFID II, que intenta proteger al cliente y dar mayor transparencia e información con respecto a los productos de inversión que se contratan, quizás no se esté consiguiendo el fin de esta normativa. A veces la protección parece que vaya a favor de las entidades bancarias. ¿Por qué nos animan a contratar todos los productos de inversión vía on line con nuestras claves de usuario en las que tenemos que afirmar que hemos leído todo y damos nuestro consentimiento?
La banca está buscando cómo conseguir nuevos ingresos vía las comisiones que les dejan los fondos de inversión, los planes de pensiones, los seguros de todo tipo, la venta de coches, teléfonos, ordenadores, etc.
Tu banco de toda la vida no volverá…
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