¿Deseamos vivir para trabajar o preferimos trabajar para vivir?
Es la disyuntiva que muchos se plantean, ¿dinero o tiempo?
Unos con años a la espalda de muchas horas de trabajo y otros que buscan empezar a encontrar su primer trabajo.
Hay una generación que “sólo” dedicaba su tiempo a trabajar, con el objetivo ganar mucho dinero para poder tener “muchas cosas”.
Trabajar horas y más horas al día para ganar mucho dinero para gastar, a veces, en cosas que no nos son necesarias.
Esas cosas que “no nos son necesarias” es a lo que llamaremos “nuestras piedras en nuestra mochila”.
Cuantas más piedras lleves en tu mochila, más esfuerzo tendrás que realizar para poder avanzar en tu vida.
Seguro que has odio decir que “el dinero no da la felicidad, pero ayuda”.
Piensa en todos esos gastos que tienes que pagar todos los meses en cosas que realmente no disfrutas, que no necesitas, “piedras en tu mochila”.
Unas piedras serán de mayor tamaño, piensa en ese recibo del préstamo del coche último modelo que te acabas de comprar.
O pueden ser “piedrecitas” que sin darte cuenta cargas, por ejemplo, ese recibo de la cuota del gimnasio a que ya no acudes con tanta frecuencia o ese otro recibo del paquete de Tv con cientos de cadenas de las que nos disfrutas por no tener tiempo.
Cada uno portamos una mochila con diferentes “piedras”, gastos innecesarios que no nos dejan alcanzar la independencia financiera.
Deberíamos dedicar un tiempo a reflexionar sobre esas “piedras” que nos impiden alcanzar la felicidad, la independencia financiera de no tener que depender de préstamos.
Para conseguir comprar esa “piedras”, caemos en el error de contratar préstamos que tenemos que pagar cada mes durante varios años.
Otro recibo a pagar todos los meses, otra “piedra” para tu mochila.
Revisa todos los recibos que pagas al año, seguro que puedes eliminar varias “piedras” de tu mochila.
La vida que nos ha tocado vivir en los últimos años está repleta de acontecimientos históricos, una pandemia, la erupción de un volcán en Las Canarias o la guerra en Ucrania, por ejemplo.
Todo puede cambiar en un instante.
Se llega a una cierta edad en la que toca comprender que lo importante no es lo que ganes, si no lo que gastas.
En ocasiones, cuánto más ganas más gastas.
Es fácil olvidar que no siempre se va a poder seguir ganando tanto y sí es fácil acostumbrarse a gastar.
Alguien dijo una vez que el más rico es el que más tiempo tiene para disfrutar de lo que de verdad le llena en su vida.
Toca revisar tu mochila, ¿te sobra alguna piedra?
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