Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Nihil novum sub sole (que más calienta)

Sebastián De la Obra

0

(Nada nuevo bajo el sol - Eclesiastés, 1:9)

Todo tiende a repetirse. Juan Hormaechea, presidente del gobierno de Cantabria, arremetió contra el juez Claudio Movilla. Era uno de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria que lo condenó, en 1994, a seis años de cárcel y catorce de inhabilitación. En 1998 fue nuevamente condenado, por el mencionado tribunal, a otros ocho años de cárcel por prevaricación. El Tribunal Constitucional anuló esta última condena por las declaraciones de dudosa imparcialidad que el juez Movilla había realizado días antes de la vista. Esta decisión fue aplaudida por las diversas corrientes conservadoras. Lo cierto, e importante, es que bajo el gobierno del señor Hormaechea se habían malversado recursos públicos.

La jueza Teresa Palacios dictó un durísimo auto en el que acusaba a la cúpula del Banco de Santander de 138 delitos fiscales. Don Emilio Botín (presidente del citado Banco) se indigna con la jueza por las imputaciones. La defensa del banquero la ejerce el abogado Matías Cortés (el mismo abogado de Jesús Polanco, propietario del grupo PRISA). Desde una dirección ideológica opuesta, Teresa Palacios, recibe improperios de un sector de la izquierda vasca por la acusación realizada contra Arnaldo Otegui de intentar reconstruir una formación política ilegalizada. Este último la recusó. Finalmente sectores progresistas provocan que desde el Consejo General del Poder Judicial se le abra a la jueza un expediente leve a través de la Comisión Disciplinaria. La razón de ese expediente eran unas declaraciones de la jueza en las que aseguraba que el Caso Gescartera (instruido por ella) no era comparable al caso Filesa. De ser azote de banqueros paso a ser cómplice del partido gobernante.

El socialista Juan Carlos Rodríguez Ibarra declaró que el juez Marino Barbero abría y cerraba sumarios, al igual que lo hace ETA. Este juez ordenó (por vez primera) el registro de las sedes del PSOE y del Banco de España. Fue acusado de ególatra. Era el instructor del denominado Caso Filesa (sobre la presunta financiación del PSOE a través de Filesa, Malesa y Time Export). Algunos medios le acusaron de hacer coincidir, en el tiempo, determinadas diligencias con campañas electorales. Estos medios estuvieron publicando crónicas y semblanzas en las que su figura era ridiculizada. Renunció a su condición de magistrado.

El sector más conservador de la magistratura, la derecha mediática y dirigentes del Partido Popular desplegaron una batería de críticas sobre el Auto Judicial del juez Santiago Pedraz que archivaba la denuncia realizada contra el Movimiento 25-S y la convocatoria Rodea el Congreso. El Auto establecía que dicha convocatoria estaba amparada en el derecho a la libertad de expresión. En el Auto el juez escribió la frase sobre la convenida decadencia de la denominada clase política. Lo acusaron de indecente y de pijo ácrata.

El juez Ángel Márquez, instructor del Caso Guerra, recibió ofertas (nunca desmentidas) para abandonar la instrucción... El juez Baltasar Garzón fue acusado por unos y otros de dictar autos fabulados, de tener un proceder arbitrario, de padecer un ansia de protagonismo mediático (Rubalcaba dixit), de dictar autos políticos ...

La jueza Mercedes Ayala instruye el Caso de los ERES fraudulentos (un enorme fraude en las ayudas repartidas entre trabajadores y empresas y la presencia de intermediarios que se distribuyen comisiones provenientes de recursos públicos). Sectores autodenominados progresistas la acusan de administrar tiempos de instrucción y tiempos electorales. Las críticas sobre su estilizada figura, sobre su habilidad para combinar prendas, sobre su feminidad empachosa no merecen comentario alguno.

Nota: siempre he sentido vértigo del poder omnímodo de los jueces. También siento vértigo (mayor si cabe) y un enorme temor y un gran recelo de quienes desde el poder (y sus aledaños mediáticos) soplan la superficie, para remover la mierda, que al extenderse provoca el olvido de la tormenta. Nada nuevo bajo el sol... que más calienta.

Etiquetas
stats