Triste fidelidad
Blanca la sábana en la mesa da forma
Al ser femenino que te contiene
Y sin ser tuya que ya quisiera
Te sostiene sin rozarte
Por no manchar tu cuerpo joven
Y así viéndote al filo de ella
Me encelas y provocas
Y vuelves loca la mía conciencia
Con tu gracioso contoneo
Que se me antoja vaivén delicioso
Mudos mis labios y quietas mis manos
Me atrevo a pensar por un momento
En sentirte dentro de mí
Así desnudo tú y yo embriagada
Al punto de reventar de locura
No puedo más y te tomo
No puedo más y te llevo a mis labios
No me es desconocido el sabor de tu ser
Y de nuevo me dejo llevar por ti
Y en ti me ahogo una y otra vez
— A partir de los años 80 las marcas persiguen establecer conexiones emocionales con el cliente, dirigiendo su mensaje a los sentimientos, a sus deseos más profundos. A esta estrategia se la conoce como “branding” y, a veces, embriaga. (El rotulador)
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