Solemne Vía Crucis del Cristo de la Clemencia
http://youtu. be/HhlocBRAPiM
El crucificado recorrió este sábado las calles del centro de Córdoba en el último día de quinario en su honor | La imagen contó con el acompañamiento de las voces del Coro Cantabile
El silencio gana la partida. También lo hace la oscuridad de una noche serena. Basta con la ligera luz de unos cuantos faroles. Es suficiente en tan mágico escenario. A las puertas de la iglesia hospital de San Jacinto, numerosos cofrades aguardan. Está a punto de comenzar el solemne Vía Crucis del Santísimo Cristo de la Clemencia. El incienso genera una cortina, que ha de cruzar la imagen. Son las ocho. Ni un segundo más, ni uno menos, cuando el sencillo cortejo que precede al crucificado de la hermandad de los Dolores inicia su recorrido por las calles de la feligresía. La plaza de Capuchinos enmudece en señal de respeto, que lo es mucho más ante la talla de Amadeo Ruiz Olmos.
Acompañado del Coro Cantabile, camina el Cristo de la Clemencia sobre una parihuela. Son doce los hermanos que portan la imagen, que empieza a transmitir a todos cuantos observan su paso esa sensación de paz que refleja su rostro. Con seriedad avanza la comitiva, que toma la calle Bailío en una estampa tan hermosa como la que se produce en Obsipo Fitero. La estrechez de la calleja es vencida. Continúa el ejercicio del Vía Crucis de la hermandad de los Dolores, que este sábado culminó así el quinario en honor a su titular. El crucificado recorre después la plaza de San Miguel, donde empieza a existir aroma a Semana Santa. El rezo de las estaciones llega también a Osario o Burell antes de regresar a la iglesia hospital de San Jacinto, donde aguarda la Señora de Córdoba.
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