Fervor mariano de Baena
La localidad vivió este domingo una cita histórica con la celebración de la Magna Mariana en honor a la Virgen de las Angustias, con motivo del 75 aniversario de su llegada
Al igual que sucediera sólo un día antes, este domingo es diferente a todos los demás. El día largamente esperado está aquí y desde primera hora de la mañana se siente. Si bien en realidad lo hace desde jornadas anteriores, en las que tienen lugar los actos iniciales. Véase el traslado de imágenes al que en esta ocasión va a ser corazón de la cita, que del mismo modo que el sábado es histórica. La fecha elegida lo es por una sencilla razón: forma parte de la tradición de la localidad. Mucho más de la hermandad de las Angustias, que conmemora el 75 aniversario de la llegada a Baena de la Virgen cuya advocación le da nombre. El municipio del Guadajoz y la Campiña Este vive con tal motivo un acontecimiento sin precedentes. Sus calles se convierten en escenario de su primera procesión de estas características. Es la Magna Mariana, que vuelve a hacer de la provincia de Córdoba, después de que lo hiciera Cabra menos de 24 horas antes, en centro cofrade de Andalucía. De ahí que sean muchos los visitantes de distintos lugares, no sólo de la propia comunidad sino de otras distintas.
La especial cita tuvo lugar, como no podía ser de otra forma, en la fecha en la que cada año la hermandad de las Angustias celebra sus cultos en honor a su titular. La imagen, obra de Navas Parejo, recaló en Baena después de que la anterior fuera quemada en 1936, con el inicio de la Guerra Civil. Lo hizo un 18 de septiembre de 1940. Dos días después de cumplirse el 75 aniversario de aquella llegada a la ciudad, ésta vivió uno de sus días más emotivos. Lo fue de intensa devoción y sentimiento, el de todo un pueblo que quiso acompañar no sólo a Nuestra Señora de las Angustias sino a otras cinco imágenes. Cuatro pertenecían a otras tantas cofradías y dos lo eran de Gloria. Todas, sobre sus pasos, siguieron el estandarte de la corporación de la Virgen de Guadalupe, patrona de la localidad. La iglesia de idéntica advocación fue el epicentro de una jornada que, sin embargo, comenzó mucho antes.
A primera hora de la mañana, Baena inició los actos en honor a Nuestra Señora de las Angustias -que ya tuvieron lugar el sábado con la tradicional verbena-. Con todo, fue en horario vespertino cuando la Magna Mariana atrajo a las calles de Baena a numerosos devotos. Tras recoger a las autoridades civiles, el recorrido oficial comenzó en torno a las 18:30. A esa hora apenas existía rincón a lo largo del trayecto que completarían las diferentes imágenes en el que pudiera haber un cofrade más. El cortejo lo abrió, en efecto, una representación de la hermandad de Guadalupe, a la que siguieron la Virgen de la Cabeza, Santa María del Amor (de la corporación de la Entrada Triunfal), la Virgen de los Dolores (de la cofradía de Jesús Nazareno), Santa María de Albendín y la Virgen del Rosario. El paso de Nuestra Señora de las Angustias lo terminó de abrir la otra titular mariana de su hermandad, la Virgen de la Soledad. La centuria romana no faltó a una cita que se prolongó hasta la noche y que tuvo como colofón la quema de un castillo de fuegos artificiales.
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