En el corazón, Virgen del Carmen
Córdoba vive este jueves una intensa noche de devoción, como cada 16 de julio, con las procesiones de Nuestra Señora del Carmen de San Cayetano y Puerta Nueva
El latido es intenso. Al igual que lo fuera alguna semana atrás. Su fuerza, así como la del sentimiento que lo produce, recorre toda la ciudad. Lo hace desde Puerta Nueva a San Cayetano, de San Cayetano a Puerta Nueva. Como cada 16 de julio, Ella reina en Córdoba. Engalanadas las calles que va a recorrer, Nuestra Señora del Carmen inicia su camino de manera diferente pero con idéntica emoción tanto en un templo como en otro. Son dos procesiones las que tienen lugar este caluroso jueves, que lo es también cuando el sol poco a poco entona su despedida. La noche todavía no llega, pero está próxima. Entonces, con la luna como testigo, basta con la luz de las imágenes, a las que acompañan en su trayecto numerosos fieles y cofrades.
Después de días de cultos y por supuesto de la salutación realizada en la medianoche del miércoles, cuando recién acaba de comenzar el 16 de julio, la ciudad aguarda la salida de Nuestra Señora del Carmen. Una salida que se produce tanto en Puerta Nueva como en San Cayetano. Es en torno a las nueve cuando las puertas de los templos se abren. Junto al primero, aguardan centenares de cordobeses a la Virgen, que resplandeciente inicia el recorrido por su barrio. Un trayecto que le lleva hasta la plaza de la Magdalena para después regresar por Alfonso XII. Para el retorno restan aún varias horas. La imagen avanza con el cielo de Córdoba como palio y con los sones de la Banda de Música Santa María de la Merced. La emoción es intensa.
Tanto como en la Cuesta de San Cayetano, que apenas unos días después vuelve a recorrer la Virgen del Carmen Coronada. Atrás queda la esplendorosa jornada de la Magna Mariana “Regina Mater”, si bien en la memoria perdura. El calor es quizá mayor que aquel pasado ya 27 de junio. Del mismo modo que entonces, nada importa esa circunstancia a quienes desean volver a ver a la Reina del Monte Carmelo, una de las advocaciones con mayor devoción popular. Desde un rincón de gran aroma cofrade, de nuevo engalanado, parte también la imagen de María con el Niño Jesús en su regazo. La luz del blanco manto lo es en esta ocasión en su techo. Radiante camina hacia el centro de Córdoba, antes de iniciar su paso por Santa Marina. El barrio espera a que entrada la noche se produzca el deseado encuentro.
A la imagen de María la precede en este caso Santa Teresa de Jesús, titular de la archicofradía de San Cayetano. Los sones corren a cargo de Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen de Salteras. La devoción por cada imagen, tanto en este punto como en Puerta Nueva, continúa hasta superada la medianoche, cuando poco a poco comienza una despedida que realmente no lo es. Pues siempre está en el corazón la Virgen del Carmen.
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